Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Cataluña (JARC) han alertado sobre las graves dificultades que sufren las explotaciones de ovino y caprino en varias zonas del territorio catalán a causa de la persistente sequía .
Los datos recientes muestran que las zonas de producción ganadera más afectadas, como las comarcas centrales y sur de la provincia de Lleida, el Priorat, la Terra Alta, la Ribera de Ebro, el Baix Camp, la Conca de Barberà, la Anoia y el sur de Barcelona, se enfrentan a una crisis sin precedentes. A pesar de que este año el precio de las materias primas ha bajado ligeramente, muchas explotaciones, especialmente aquellas con márgenes económicos más reducidos, dependen casi exclusivamente de los pastos, que se han visto gravemente afectadas por la falta de precipitaciones.
El responsable sectorial de ovino-caprino de la organización agraria, Josep de Ros, ha explicado que «la sequía lleva tres años agraviando los precios de los herrajes, especialmente a zonas como el Ampurdán, donde la producción es limitada por las restricciones en el riego y la carencia de agua. A esto se añade la problemática de los pozos de agua, que en muchas explotaciones han tocado fondos, forzando los ganaderos a depender del agua de red pública, más costosa, para alcanzar el ganado».
«LOS GANADEROS DE ZONAS COMO EL PREPIRINEO YA ESTÁN VALORANDO VOLVER A LA TRASHUMANCIA PARA ENCONTRAR PASTOS EN LAS MONTAÑAS»
En las zonas de montaña, como el Prepirineo y Pirineo, los pastos también han sufrido la carencia de nevadas, reduciendo el deshielo que tradicionalmente ayuda a nutrir los campos de las comarcas bajas. «Sin agua del deshielo y con las lluvias mínimas, nos encontramos con campos secos y una capa freática muy baja», ha afirmado De Ros.
Esta situación ha llevado muchos productores a incrementar los gastos comprando herrajes secos, cereales y otros alimentos para mantener el ganado, un sobrecoste que pose en peligro la viabilidad económica de las explotaciones.
Ante este escenario, JARC pide al Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (DARPA) que desarrolle un plan de ayudas urgente para las explotaciones de ovino y caprino más afectadas por la falta de pastos y recursos naturales. Estas explotaciones «necesitan apoyo inmediato para hacer frente a una situación económicamente insostenible, que está poniendo en riesgo su continuidad».
Josep de Ros también ha señalado que la actual crisis no solo afecta los alimentos para el ganado, sino también la producción final, con problemas de comercialización de la lana, la carne y otros derivados, hecho que empeora la situación. Además, las altas temperaturas y la llegada del mosquito han disparado los casos de lengua azul, aumentando todavía más las dificultades sanitarias para el sector. «Los ganaderos de zonas como el Prepirineo ya están valorando volver a la trashumancia para encontrar pastos en las montañas», ha concluido.