Ana González / Ingeniera agrónoma en Incatema

Cada 9 de septiembre se conmemora en todo el planeta el Día Mundial de la Agricultura, una efeméride que sirve para recordar del papel fundamental de esta actividad ancestral en la alimentación de la población mundial, en constante crecimiento y con recursos cada vez más limitados por el cambio climático.

Las consecuencias de este fenómeno -el cambio climático- afectan especialmente a África, que se ve obligada a adoptar un desafío crítico: cómo alimentar a una población en rápido crecimiento (según cálculos de la ONU tendrá 2.500 millones de habitantes en 2050) mientras se asegura de que la agricultura, su pilar económico, sea sostenible a medio y largo plazo. Y es que una agricultura comercial sostenible no solo es clave para satisfacer la alta demanda alimentaria del continente, sino también para impulsar el desarrollo económico, reducir la pobreza y mitigar los efectos del cambio climático.

Son muchos los retos que enfrenta la agricultura en África para ser mejorada y alcanzar la sostenibilidad. Uno de los principales es mejorar el acceso a los recursos financieros, principalmente para los pequeños agricultores, ya que sin financiación difícilmente se puede invertir en insumos de calidad, maquinaria y tecnologías avanzadas. De ahí la importancia de que entidades internacionales como el Banco Mundial estén financiando programas de desarrollo de la agricultura comercial, como es el caso de Angola, con el apoyo técnico de Incatema.

Otro de los grandes desafíos es contar con una infraestructura de transportes eficiente. En la actualidad, la falta de caminos adecuados y sistemas de transporte eficientes encarece y dificulta el traslado de productos agrícolas desde las zonas rurales hasta los mercados urbanos y de exportación. Lo mismo sucede con la cadena de frío: la carencia de instalaciones para el almacenamiento y procesado poscosecha conduce a pérdidas significativas, principalmente en productos perecederos, afectando a la rentabilidad de la agricultura comercial.

URGE LA TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA Y SUPERAR LA BRECHA DE CONOCIMIENTO

La adopción de tecnologías agrícolas modernas, principalmente la implantación de un riego eficiente, urge en los países emergentes en el continente africano. Estas tecnologías permitirían a los agricultores hacer un uso óptimo de los recursos limitados, garantizando que la agricultura no solo sea viable en el presente, sino también resiliente y próspera en el futuro. Aplicar riego controlado o riego por goteo resulta esencial para enfrentar los desafíos actuales de escasez de agua y cambio climático, así como para aumentar la productividad agrícola, la seguridad alimentaria, conservar los recursos hídricos y mejorar la sostenibilidad a largo plazo.

La aplicación de innovaciones tecnológicas lleva directamente a otro de los retos: superar la brecha de conocimiento. En general, existe un déficit de formación especializada y adecuada por parte de los pequeños agricultores en técnicas agrícolas avanzadas, gestión de cultivos y prácticas sostenibles, lo que limita su capacidad de maximizar la productividad.

Estos son solo algunos de los desafíos que enfrenta la agricultura en África para desarrollarse de forma sostenible. Para superarlos, sería necesario que tanto gobiernos, empresas y organizaciones no gubernamentales trabajaran conjuntamente, mediante la colaboración público-privada, con un enfoque integral que incluyera inversión en infraestructuras, acceso a financiación, capacitación de los agricultores y adopción de tecnologías adecuadas. Además, resulta esencial abordar los desafíos del cambio climático y la sostenibilidad ambiental para garantizar que la agricultura no solo sea productiva, sino también resiliente y capaz de sostener el crecimiento económico y social a largo plazo.

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