La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) denuncia la delicada situación a la que se enfrentan los 5.340 productores de leche de cabra que existen a día de hoy en nuestro país. “Tras un tiempo en el que el sector ha operado con cierta estabilidad, desde el pasado mes de noviembre de 2023 los precios han comenzado a descender y amenazan de nuevo con caer a umbrales incompatibles con la sostenibilidad económica de las pequeñas y medianas explotaciones”, ha subrayado el responsable sector caprino de COAG, Antonio Rodríguez, que advierte del dramático «efecto mariposa» para los cabreros españoles, ha que la industria está reventando el mercado con los excedentes holandeses que China rechaza.

Si en febrero de 2024 la industria pagó de media 1’032 euros/litro por la leche de cabra en España, en estos momentos tiene intención de bajar hasta los 0’85 euros/litro (ambos precios por debajo del coste medio de producción en 2023 publicado por el Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía, comunidad autónoma en la que se ubican la mayoría de ganaderías de caprino de leche españolas y que cuenta con los mayores volúmenes de entrega). Según dicho estudio[1], los costes medios de producción de una explotación promedio andaluza oscilarían entre los 1’12 y los 1’09 euros/litro en 2023.  COAG ya ha trasladado esta situación a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA ) y al Ministerio de Agricultura.

La industria láctea justifica su falta de interés por nuestro producto en el incremento de oferta de leche de cabra procedente de Países Bajos a un precio inferior al nuestro. Y, en este sentido, lleva meses incitando a los y las productoras españoles a seguir la senda marcada por aquel país (esto es: aumentar la dimensión de las explotaciones, mayor intensificación, más economías de escala). “Sin embargo, es conocido que este incremento de oferta de leche holandesa se debe a un reciente desinterés por el producto de su principal importador, China”, ha subrayado el responsable sector caprino de COAG, Antonio Rodríguez.

Con el objetivo de ajustar oferta y demanda ante esta distorsión de mercado sobrevenida, COAG lleva desde enero pidiendo a la industria láctea concreción en cuanto a sus necesidades de leche, demanda que en ningún momento ha sido atendida. “Parece ser que a la industria láctea no le interesa trabajar en alianza con el sector productor y prefiere apostar por una estrategia empresarial basada en obtener materia prima al menor precio posible”, ha lamentado Rodríguez.

La difícil situación que viene atravesando el sector caprino de leche, agravada por el incremento de costes derivado de la guerra de Ucrania, ha generado el cierre de numerosas explotaciones de reproducción para producción de leche en los últimos años (3.724 entre 2007 y 2024, según datos de SITRAN). Al mismo tiempo que ha caído el número de explotaciones, ha aumentado su intensificación y se ha pasado de 53.956 litros/explotación en 2007 a 75.561 litros/explotación en 2023.

Sin embargo, desde 2018 (año de máxima producción) el volumen de entregas de leche en España está cayendo campaña tras campaña y, en 2024, parece que la tendencia seguirá a la baja. “Creemos que la apuesta de la industria de seguir exigiendo a los cabreros españoles mayores dimensiones y más intensificación no se alinea con la realidad ni es compatible con el hartazgo existente en las explotaciones”, ha apostillado el responsable de caprino de COAG.

[1]https://www.juntadeandalucia.es/agriculturaypesca/observatorio/servlet/FrontController?action=RecordContent&table=11210&element=4708341&subsector=&

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