Terrae, el Encuentro Internacional de Cocina Rural, ha cerrado su segunda edición con la proclamación del chef Luis Alberto Lera (Restaurante Lera*, Castroverde de Campos, Zamora) como alcalde de los cocineros rurales. La elección de un representante que liderara el colectivo de los cocineros rurales era uno de los objetivos fijados en esta segunda edición de Terrae, un congreso que ha demostrado que la gastronomía tiene un papel fundamental en la supervivencia y evolución de los entornos rurales. Objetivo cumplido con creces, pues Lera ha contado con el apoyo de sus compañeros y ha asumido el cargo por mayoría absoluta en unas elecciones en las que todos los cocineros participantes en el congreso, más de cuarenta, eran elegibles.
Luis Alberto Lera es uno de los representantes más destacados del movimiento de la cocina rural del país, vehemente defensor de la tradición y la cercanía del producto la cocina que practica se apuntala en la cultura cinegética de su zona, Castroverde de Campos, municipio zamorano de apenas 250 habitantes en el que su restaurante ha revolucionado la gastronomía castellano leonesa.
El flamante alcalde de los cocineros rurales ha estrenado el cargo asegurando que «trabajaré de hacer todo lo posible para que el cambio que necesita el medio rural sea real». Lera, quien ha agradecido «el cariño de los compañeros», afirmaba que todos ellos se encuentran «en entornos en los que debemos diferenciarnos y es imperativo luchar por las ventajas que estos nos ofrecen». Y es que el cargo no es meramente decorativo; de hecho, ya está prevista la recepción del alcalde -y de los concejales que elegirá para darle apoyo en esta legislatura- en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, donde podrán exponer sus inquietudes y su visión del mundo rural actual.
La elección de Luis Alberto Lera como alcalde de la cocina rural ha ido acompañada de la presentación de la Declaración de Gran Canaria, un documento que recoge el espíritu del Manifiesto de Zafra y lo actualiza cinco años después. En este documento, los cocineros y cocineras que han formado parte de esta edición canaria han plasmado su voluntad de contribuir a la supervivencia del medio rural y a apoyar el trabajo y la figura de los proveedores locales.
LECCIONES MÁS ALLÁ DE LAS COCINAS
La última jornada de Terra ha estado cargada de emociones, pues también ha contado con la entrega del premio de Terrae al chef Gastón Acurio como ejemplo de toda una vida dedicada a la cocina popular y a sus productores. Acurio ha aceptado el premio «no solo en nombre de mi persona sino también en nombre de todos los que han participado en estos últimos 20 años en la puesta en valor de la cocina peruana».
Quien fue el impulsor de la puesta en valor de la cocina peruana y de su reconocimiento mundial ha convivido estos días en Gran Canaria con los cocineros rurales congregados en este evento y les ha animado a seguir esa línea de trabajo.
Gastón Acurio ha recogido el galardón de manos del director de Industria y Comercio del Cabildo de Gran Canaria, Juan Manuel Gabella, quien ha destacado que «congresos como esto nos unen a todos los que tenemos como objetivo poner en valor el producto local y nunca olvidar las raíces de donde venimos y el esfuerzo de nuestros padres y abuelos».
Además, Gabella ha aprovechado la ocasión para anunciar que Gran Canaria está dispuesta a acoger la próxima edición de Terrae.
EN CASA DEL PRODUCTOR
Al inicio de este tercer día de Terrae, los participantes en el congreso han tenido la oportunidad de conocer de cerca la realidad de los productores locales con dos visitas de marcado carácter canario. Primero, han podido degustar la fruta de la isla en la plantación de la Finca La Gloria, a los pies de la Montaña de Guía, en la que crece el reconocido plátano canario.
Y la mañana continuaba en la fábrica de ron Arehucas (Arucas) con la visita no solo a la fábrica sino también a la zafra donde crece la caña de azúcar, materia prima esencial de esta bebida que se ha convertido en identidad de Gran Canaria.