ASAJA de Ávila ha denunciado las graves consecuencias que la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica está dejando a los ganaderos, una vez se está iniciando la paridera de los animales, al darse muchos casos con malformaciones y muertes prematuras tanto en vacuno como en ovino.
Hace ya más de medio año que ASAJA de Ávila denunciaba los estragos que la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica estaba provocando en las ganaderías de esta provincia, en principio muertes de animales y graves perjuicios económicos en las explotaciones de ganado vacuno pero que ahora se empiezan a ver también en las de ganado ovino.
La llegada del buen tiempo coincide también con el inicio de la paridera, y esto ha traído sorpresas para los ganaderos. Muchas de las vacas que han pasado la enfermedad y que tendrían que parir ahora no lo están haciendo bien porque han quedado “vacías”, bien porque han tenido reabsorciones embrionarias o porque lo harán más tarde de lo que las correspondía. Pero ahí no queda la cosa, los animales que sí están pariendo tienen crías que en algunos casos sufren malformaciones y en otros nacen con los hocicos enrojecidos y los ojos inyectados en sangre no siendo viables y muriendo esos terneros a los pocos días de su nacimiento
En el caso el caso de la ganadería de ovino, que en principio en su época álgida fue asintomática a la enfermedad pero que se cree que juega un importante papel en su epidemiología, se está advirtiendo una paridera en la cual los corderos nacen también con mucosas y ojos enrojecidos, y que además mueren a los pocos días en un porcentaje altísimo en el caso de los machos y menor, aunque muy elevado, en el caso de las corderas hembras.
ASAJA de Ávila solicita al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural que pongan todos los medios humanos, de investigación y económicos de los que disponen para auxiliar a los ganaderos afectados y que articulen y coordinen medidas para hacer frente y controlar esta enfermedad.