Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha lamentado que parte de los eurodiputados hayan decidido apoyar el acuerdo provisional de la Directiva de Emisiones Industriales debatida en el Parlamento Europeo, que, en cuanto al sector ganadero, «supondrá un duro incremento de las exigencias para las granjas porcinas y avícolas de mediano tamaño». Por su parte, desde ASAJA, tras su aprobación, consideran que «las promesas, tras las protestas de los agricultores y ganaderos, vuelven a quedar en papel mojado».
Desde Unión de Uniones ya se denunciaba en su día públicamente que los umbrales negociados para porcino y avícola supondrían ampliar las exigencias hasta unos límites que alcanzan a granjas de mediano-pequeño tamaño, lo que incrementaría la carga burocrática, los costes de gestión y niveles de inspección a las granjas que apenas cuentan con una UTA (persona dedicada a tiempo completo durante un año a la actividad agraria), por lo que las exigencias pasarán a ser inasumibles para este rango de granjas.
Asimismo, la organización advierte que, rebajar los umbrales apenas conllevará una mejora, al ampliar muy poco el censo cubierto, mientras que el coste social y económico tendrá un gran impacto negativo, al afectar a un elevado número de granjas de tamaño pequeño o mediano.
En este sentido, recuerda que, pese a su aplicación gradual a partir de 2030, estas nuevas exigencias se suman a las normativas debienestar animal, ambientales o sanitarias que están obligando a reducir el censo de las granjas o la implantación de MTD (mejores técnicas disponibles), entre otras, y que están ahogando a la actividad ganadera.
«Nos exigen reducir animales en nuestras granjas por bienestar, nos enfrentamos a grandísimos retos para utilizar menos antibióticos, nos enfrentamos a una pila de burocracia que nos hace estar más en oficina que en granja, y ahora nos imponen exigencias de una Directiva de Emisiones Industriales por la que muchas granjas medianas y pequeñas no vamos a poder asumir» denuncia Rossend Saltiveri, responsable del sector porcino de Unión de Uniones.
«Es lamentable que las calles de Europa y de España estén día sí y día también llenas de tractores y ganaderos advirtiendo de nuestro riesgo de desaparición y por parte de algunos grupos políticos del Parlamento Europeo, en concreto eurodiputados españoles de PSOE, Podemos, BNG/ERC, Ciudadanos y no adscritos, hayan votado en contra de enmiendas que buscaban, en cuanto al sector ganadero, no apretar las tuercas a granjas que no pueden asumir las mismas exigencias que las grandes instalaciones ganaderas» añade Néstor Serra, responsable estatal del sector avícola de Unión de Uniones.
UNA APROBACIÓN DECEPCIONANTE YA QUE «LA CONFUSIÓN REINA EN EL CAMPO»
Por su parte, desde ASAJA se lamenta que con 306 votos a favor y 293 en contra, «se ha desestimado la oportunidad de hacer cambios que podrían haber hecho que la Directiva de Emisiones Industriales fuera razonable para todos los modelos de agricultura. Este resultado es profundamente decepcionante para ASAJA y para miles de explotaciones familiares de porcino y aves de corral que enfrentan ahora una regulación injusta e insensible».
Reconoce que con la supuesta intención de minimizar el daño, la Comisión Europea, a través del Comisario Virginijus Sinkevičius, ha prometido una revisión en 2026 que dividirá la directiva en dos instrumentos legislativos diferentes: uno para la agricultura y otro para la industria. «Sin embargo, estas disposiciones deberían haberse considerado desde el principio, en lugar de dejar a nuestros agricultores a merced de regulaciones inadecuadas».
Por eso denuncian que «nos encontramos en medio de una situación sin precedentes y la confusión reina en el campo. Desde ASAJA, en línea con Copa-Cogeca, exigimos que la Comisión Europea y los Estados miembros asuman su responsabilidad y proporcionen una aplicación y financiación estructuradas de las disposiciones necesarias para apoyar a nuestras explotaciones».
Por último, critican que «resulta desalentador observar cómo las desavenencias políticas han contaminado cada etapa de este proceso, justo en el momento crucial previo a las elecciones. Nos enfrentamos a una falta de apoyo visible tras votaciones como esta por parte de algunos partidos políticos, quienes siguen sin ser conscientes que el destino de nuestros agricultores está en sus manos. Se trata pues de una afrenta a la estabilidad y prosperidad de nuestras comunidades agrícolas».
Por eso, insisten en que «las promesas, tras las protestas de los agricultores y ganaderos, vuelven a quedar en papel mojado».