La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos COAG de Sevilla exige a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que termine, sin más dilación, las obras de emergencia que posibilitarán el bombeo de agua del Canal del Bajo Guadalquivir al embalse Torre del Águila, evitando así que el agua se acabe tirando al mar, que es lo que está sucediendo, ante la indignación de los agricultores de la zona, después de las abundantes lluvias de los últimos días.
Para esta organización agraria, la falta de cumplimiento por parte de la CHG es la causante de que no se esté aprovechando para riego un agua que es muy necesaria para esta comarca sevillana, la más castigada por la dura sequía.
En este sentido, recuerda que en junio de 2023 fue la propia Confederación quien manifestó que acometería varias obras de emergencia en Andalucía para afrontar con inmediatez los problemas derivados de la sequía y, entre ellas se encontraba la que afectaba al embalse Torre del Águila.
HASTA LA FECHA, LAS BOMBAS NO ESTÁN FUNCIONANDO, HA LLOVIDO Y EL AGUA QUE SE PODRÍA HABER BOMBEADO AL EMBALSE SE HA IDO DERECHA AL MAR
En concreto, se anunció la terminación y puesta en marcha de la estación de bombeo del canal del Bajo Guadalquivir, en el término municipal de Utrera, con el objetivo de que, con sus cuatro bombas verticales, se pudieran impulsar cuatro metros cúbicos de agua por segundo al pantano Torre del Águila. La inversión, de 2,1 millones de euros, se incluía en el Real Decreto-Ley 4/2023 por el que se adoptaron medidas urgentes en materia agraria y de aguas.
Pero hasta la fecha, las bombas no están funcionando, ha llovido por fin, y el agua que se podría haber bombeado al embalse se está tirando al mar, cuando podría haber aprovechado.
Por ello, COAG Sevilla reclama celeridad por parte de la CHG para que finalicen las obras y arreglos necesarios para poner a funcionar la estación de bombeo, y que se puedan aprovechar las escorrentías del tramo bajo del río Guadalquivir y almacenar en la presa de Torre del Águila para mejorar la garantía de suministro de los usuarios del tramo bajo de la cuenca, donde se contabilizan 30.000 hectáreas de riego pertenecientes al sistema de regulación general que se beneficia en su conjunto.