SOS Rural ha presentado este lunes 29 en el Congreso de los Diputados una Iniciativa Legislativa Popular que tiene como objetivo proteger por ley las actividades primordiales del sector primario. El objetivo central es proteger la agricultura, la ganadería y la pesca, así como el conjunto de la economía rural en España, ya que es un “sector estratégico que aporta un gran valor económico, social, territorial y medioambiental, y que se encuentra sometido a fuertes presiones y amenazas que requieren de una respuesta regulatoria integral”.
La ILP es un mecanismo de democracia directa amparado en la Constitución, por la que los ciudadanos pueden presentar proposiciones de ley al Congreso si reúnen al menos 500.000 firmas en un plazo de nueve meses tras la presentación de la iniciativa a la Cámara Baja y su validación por la Junta Electoral Central.
De este modo, SOS Rural cumple uno de los más fuertes compromisos que adquirió en su nacimiento, hace apenas unos meses. Natalia Corbalán, portavoz del movimiento ciudadano, y Adolfo García Albaladejo, presidente de la Fundación Ingenio, al mismo tiempo que agricultor y gerente de una empresa agraria de producto ecológico, destacaron que “ninguna formación política seria debería ningunear una iniciativa apartidista que sólo propone soluciones para un sector que se muere y que brota como grito de auxilio desde el corazón del mundo rural”.
La ILP propone el uso prioritario de tierras agrícolas para la producción de alimentos, una obviedad que ha dejado de serlo, ya que las políticas actuales de acoso a la actividad agraria provocan el desistimiento de los productores, que malvenden o entregan lo más valioso, la tierra, a los lobbies que están “alicatando” el campo de placas solares. Estos negocios sí gozan de todo tipo de estímulos públicos, y están acaparando tierra, incluso en parajes naturales de gran valor, que quedará inutilizada para los usos tradicionales.
También pide la protección de los regadíos, así como el acceso a insumos ganaderos a precios razonables y la protección de la actividad pesquera. También aboga por el imprescindible acceso de las comunidades rurales a servicios elementales como los que se tiene en áreas urbanas, como la digitalización, financiación e infraestructuras, con el fin de promover el anclaje de la actividad económica en estas comarcas e incluso la instalación de nuevos negocios. Sobre el agua, se pide un suministro estable para todos los territorios con la ejecución de un modelo hidrológico actualizado.
SOS Rural ha abierto una ronda de contactos con las principales fuerzas políticas para hacerles entregar y explicar personalmente a sus representantes el contenido y los objetivos de la ILP. La plataforma ciudadana observa “con enorme preocupación la velocidad con la que el sector primario español y toda la economía que le acompaña se está destruyendo. Está muy cerca de alcanzar puntos de no retorno, dejando en el alero el futuro inmediato de nueve millones de personas”, aseguran sus portavoces.
“Hay soluciones conocidas por todos, soluciones que contribuirían a garantizar precios estables y accesibles de los productos frescos de nuestros campos para todas las familias, la soberanía alimentaria de España y la contención de la frustrante y tristísima desaparición de toda forma de vida y actividad de pueblos y comarcas enteras”, explican desde SOS Rural. Las actuales políticas “españolas y europeas están haciendo imposible la rentabilidad de las explotaciones agrarias y ganaderas, de tal forma que su cierre masivo provoca subidas de precios en los alimentos, que se están convirtiendo en productos de lujo”, aseguran.
“La alternativa de nuestros políticos es un suicidio incomprensible: fomentar desde las Gobiernos los cultivos masivos en países como Marruecos, Egipto o Turquía, desde donde debemos importar productos como el tomate. Es increíble que un país como España esté a punto de depender de Marruecos para poder alimentarnos. Es un disparate”, añaden.
“O EL SECTOR PRIMARIO TRABAJA UNIDO Y CON CONVICCIÓN O DESAPARECERÁ EN QUINCE AÑOS”
SOS Rural recorrerá España no sólo para reunir las 500.000 firmas que hacen falta para que la ILP sea considerada por el Congreso, sino también para tejer una gran plataforma que, de forma unitaria y coordinada, defienda la supervivencia de todas las actividades económicas vinculadas al ámbito rural. La plataforma está agrupando a centenares de organizaciones de ganaderos, agricultores, pescadores o mujeres rurales para poder defender la forma de vida y el futuro de nueve millones de personas.
El objetivo es agrupar paulatinamente al sector primario español y a otros sectores económicos asociados a él (logística, transporte, abonos, carburantes, mecánica, turismo rural, gastronomía…) bajo el paraguas de SOS Rural. Sólo así, según sus promotores, el grito agonizante de los ganaderos, pescadores, agricultores y sus familias podrán tener una última oportunidad de ser escuchados y atendidos en los foros donde se están tomando decisiones tan nocivas que están liquidando a plazos el medio rural español y europeo: Madrid y Bruselas.
“O el sector primario trabaja unido y con convicción o desaparecerá en quince años”, aseguran los portavoces de SOS Rural. “Abrimos los brazos a todo sector primario para que pueda hacer llegar su voz a Madrid y Bruselas antes de que sea demasiado tarde. La presentación de esta ILP así lo acredita”, añadieron. Explicaron que SOS Rural es una organización apartidista, que no apolítica, que reivindica las actividades del mundo rural y cuyo objetivo es influir políticamente de forma decisiva para rectificar las inexplicables políticas que están acabando con la agricultura, la pesca y la ganadería en España.
Este movimiento se financia con las aportaciones de sus asociados. Esa es la razón por la que es la única organización de índole estatal plenamente libre y autónoma para decir siempre la verdad y maniobrar sin ataduras ni hipotecas para denunciar el declive del sector primario, que se dirige hacia su desaparición.