La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón, UAGA-COAG, ha insistido al Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón en su reclamación de ayudas directas para aliviar la complicada situación en la que se encuentran los viticultores, con unas pérdidas de 1.200 euros/hectárea en 2023, ante el excedente almacenado en las bodegas, la caída en la comercialización y la subida de los costes de producción.
En la reunión mantenida con el Director General de Innovación y Promoción Alimentaria del Gobierno de Aragón, Juan José Orriés, los responsables del sector del vino de UAGA tasaron unas pérdidas de 1.200 euros/hectárea acumuladas en 2023 por los viticultores. Una crisis que comenzó en la pandemia, con el cierre y posteriores restricciones en el sector hostelero, y se agravó con la subida de costes de producción a raíz de la guerra en Ucrania.
Para aliviar la presión por la subida de los costes y también la merma en los ingresos por culpa de la sequía durante el año pasado, el Gobierno central aprobó diferentes ayudas dirigidas a agricultores y ganaderos, pero, tal y como lamenta UAGA-COAG, los viticultores han quedado excluidos de todas estas medidas.
Por ese motivo, la organización agraria ha vuelto a exigir una inyección económica para el sector del vino como la que publicó la Generalitat de Catalunya, en noviembre, de 450 euros por hectárea, con un tope de 40 hectáreas por agricultor profesional y de 20 hectáreas por agricultor a tiempo parcial. «Una cantidad que no es la solución al problema, pero que supondría un balón de oxígeno para los viticultores».
Sin embargo, Juan José Orriés indicó que desde el Gobierno de Aragón no se contemplan ayudas directas sino inversiones en las bodegas y en la promoción del vino, y recordó que existe una línea de préstamos para agricultores y agricultoras afectadas por la sequía. En este punto, UAGA-COAG informó de que está habiendo mucha demora en la tramitación y problemas con las entidades bancarias.
La organización agraria también ha pedido que se active la vendimia en verde[1] para la próxima campaña, «ajustando el precio al coste de la uva, de forma que esta medida sea atractiva para los viticultores y la soliciten muchos más que en 2023, y para más hectáreas. Solo así se podrá reducir la producción de vino y evitar seguir aumentando el stock en las bodegas». En esta misma línea, también va la reivindicación de un mayor presupuesto para la destilación de crisis, para que las bodegas transformen el vino en alcohol y eliminen así excedente.
Las otras dos peticiones del sector vino de UAGA-COAG al Director General de Innovación fueron por un lado que se aumente la bonificación en el seguro de la uva para incentivar la contratación y por otro, en lo que se refiere a las autorizaciones de plantaciones, que se amplíe de 5 a 8 años el plazo permitido para realizarlas.
Por su parte, Juan José Orriés informó que desde el Gobierno de Aragón se apoyará la cosecha en verde y la destilación de crisis, y se instará al MAPA a dotar estas medidas con más presupuesto. Además, se volverá a abrir la convocatoria de ayudas a las bodegas y cooperativas en situación de crisis.