La producción de pienso industrial ha caído en España entre un 3 y un 3,5% en 2023 y el sector la considera inédita e histórica porque, por primera vez, el descenso es superior al de la media europea (-2 %) siendo una de las causas principales el retroceso en la cabaña de porcino.
Pero las causas son multifactoriales porque en ellas tienen que ver aspectos de sanidad animal, regulatorios, de comercio internacional y climáticos, entre otros, según las fuentes sectoriales consultadas por Efeagro.
Y eso que 2023 fue un año en el que todos los precios de los piensos han caído entre un 8 y un 30 %, dependiendo de la especie y la categoría, por unas materias primas (cereales especialmente) que también retrocedieron de forma espectacular tras un 2022 en el que se dispararon debido a las consecuencias de la guerra en Ucrania.
Así, en 2023 el maíz se depreció un 28,13 %; el trigo lo hizo casi un 31 % y la cebada más del 29 %; mientras que en cambio, en proteaginosas, la harina de soja se mantuvo bastante estable.
LA PRODUCCIÓN CAERÁ ENTRE EL 3 Y 3,5%
La patronal de fabricantes de alimentos compuestos para animales (Cesfac) calcula que la producción de pienso industrial caerá entre ese 3 y 3,5% que, traducido en volumen, es casi una tonelada menos (1.000 kilos) que en 2022 cuando se fabricaron 27,07 millones de toneladas.
A nivel comunitario, la patronal europea Fefac espera que los países de la UE elaboren casi 2,4 millones de toneladas menos de pienso, marcado por esa caída de la cabaña ganadera de porcino, no sólo en España sino también en Alemania y en Dinamarca.
Las encuestas nacionales elaboradas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) le dan la razón a Fefac porque entre enero y septiembre el número de cerdos sacrificados retrocedió un 6,6 % y el volumen de carne obtenida lo hizo cerca del 4 %, quedándose en las 3,58 millones de toneladas.
En el resto de especies ganaderas, todas los censos caen a nivel europeo a excepción de las aves de corral que han superado en este 2023 el gran impacto de la influenza aviar del año anterior.
En su informe, la patronal europea adelanta que en 2023 el pienso para vacuno disminuirá en 0,8 millones de toneladas y se debe, entre otros motivos, a que España enfrentó problemas de escasez de agua que llevó al cierre de explotaciones.
EL FOCO, EN EL PORCINO
La producción de porcino no pasa por su mejor momento en España y eso afecta directamente a todos sus negocios asociados, como la producción de pienso.
El director general de Cesfac, Jorge de Saja, apunta a que el porcino ha estado en horas bajas este 2023 por la falta de reposición de lechones, por la afectación del virus de Síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS) en Aragón y Cataluña y por el «enfriamiento» del comercio con China.
Sobre este último aspecto, afirma que el repunte de los envíos de cerdo a otros destinos asiáticos no ha compensado el retroceso en China.
A todo ello, el director de la asociación de productores de ganado porcino (Anprogapor), Miguel Ángel Higuera, añade que la reducción del uso de antibióticos también impacta en la cabaña al haber una mayor mortalidad.
OTROS FACTORES
A todo ello, no se puede pasar por lo alto los retrocesos en otras ganaderías.
Desde Cooperativas Agroalimentarias de España, uno de sus consejeros, Fernando Antúnez, apunta a la falta de rentabilidad en el sector lácteo, con el cierre progresivo de granjas; o a la incidencia en el vacuno de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) como otros de los factores que llevan a tener menos animales en el campo y, por lo tanto, menos necesidad de pienso.
En su análisis, la patronal europea Fefac resume que esta reducción del pienso en España y en el resto de la UE se puede achacar a las «presiones políticas y de gestión de crisis de mercado», a las «consideraciones regulatorias», al «impacto adverso» del cambio climático, con efectos como la sequía y las inundaciones, y al impacto de las enfermedades animales.
A todo ello añade la «reducción o la variación de la demanda -de carne- debido a los cambios en las preferencias de los consumidores», en los que entra en juego el «impacto de la inflación».
PERSPECTIVAS PARA 2024
Ya de cara al año que comienza, Fefac habla de un escenario «incierto» en cuanto a la demanda de piensos compuestos. De nuevo, la sanidad animal, la «incertidumbre» económica, la «persistente» inflación, las «irregularidades» climáticas y otros aspectos concretos como la subida de la importación de carne de ave desde Ucrania se antojan como «factores clave» que determinarán la mayor o menor demanda de alimento para el ganado.
En su informe de perspectivas, la patronal europea espera que la influencia de las políticas «verdes y de bienestar animal» afecten negativamente a las perspectivas del mercado para la producción ganadera y de piensos.
Desde la patronal española, De Saja habla de un reto, el de recuperar la demanda de pienso; y de una preocupación: cómo afectará la nueva regulación comunitaria a los costes de producción.