La Asamblea General de ASAJA Castilla-La Mancha ha marcado una estrategia para defender los intereses de los cerealistas de la región, sometidos a la presión de los precios de los cereales que llegan a puerto y a los que no se exigen los mismos requisitos de producción.

Los agricultores de la región han criticado, durante la Asamblea General Ordinaria celebrada esta semana en Toledo, la ausencia de respaldo gubernamental y han exigido medidas para impulsar los precios nacionales y contrarrestar las abruptas caídas de sus ingresos en los últimos años.

Por eso, ASAJA CLM está trabajando en una hoja de ruta que, por un lado, aumente la información y la comunicación entre los productores y cuenten así con herramientas para negociar sus contratos o para defender sus precios en las lonjas de referencia, además de conseguir más transparencia en la comercialización y formación de los precios.

En este sentido, la organización ha recordado que está trabajando con la Universidad de Castilla-La Mancha en un observatorio de costes, con el objetivo de impulsar la aplicación efectiva y el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, a la que han criticado duramente “porque se está incumpliendo bajo la mirada pasiva de la Administración”.

Y, por otro lado, la organización se centrará en conseguir la diferenciación de los cereales producidos bajo una estricta normativa medioambiental y de seguridad alimentaria que no se exige a los de terceros países. De ahí que los agricultores hayan pedido “más control para el cereal importado, como ya han hecho otros países como Polonia, Eslovenia Hungría o Bulgaria, y fomentar que primero se consuma el producto nacional”. Igualmente, han exigido “un precio justo por la calidad de sus productos a fin de recuperar la rentabilidad de las explotaciones y preservar la competitividad de las mismas”.

PIDEN UNA FLEXIBILIZACIÓN DE LA PAC Y QUE SE APLIQUEN EXCEPCIONES A LAS NORMAS DE CONDICIONALIDAD, A LOS REGÍMENES ECOLÓGICOS Y A LOS COMPROMISOS AGROAMBIENTALES

En este sentido, los agricultores han lamentado que, “mientras aquí nos ofrecen precios que no cubren los altos costes por producir con calidad y seguridad alimentaria, el grano que llega de países como Ucrania, Rusia o Brasil, que únicamente llega libre de fitotoxinas, que llegan a puerto y a los que no se exigen los mismos requisitos de producción, y que muchas veces se pudre a la intemperie en los puertos por falta de almacenamiento o transporte, entra con unos precios extremadamente bajos que desestabilizan los de aquí y provocan una caída constante en las cotizaciones nacionales del grano”. Es por ello que también han pedido compensaciones y ayudas a los agricultores afectados por los bajos precios con el fin de poder ser más competitivos en el mercado nacional e internacional.

Además, la organización agraria ha insistido en la importancia de que se conceda una flexibilización de las normativas de la PAC ante la falta de viabilidad de las explotaciones: “necesitamos que se apliquen excepciones a las normas de condicionalidad, a los regímenes ecológicos y a los compromisos agroambientales y climáticos en 2024 para poder hacer frente a la actual situación que atraviesan el sector agrario” y ha recordado que “los problemas por la sequía no se han resuelto, sobre todo para el sector cerealista de Albacete, donde las precipitaciones no han acabado de llegar”.

Finalmente, ASAJA Castilla-La Mancha ha reprochado que la falta de un modelo de agricultura en este país, está poniendo en riesgo la soberanía alimentaria, especialmente la de los cereales, ya que España es altamente deficitaria. Por eso, ha incidido en que “se necesita un modelo que proteja a nuestros productores, que se reclame los mismos requisitos de producción, y sobre todo de los ataques al sistema productivo, y antes de que abandonen las explotaciones por aburrimiento o desesperación, así como garantizar un verdadero relevo generacional, una jubilación decente y, en definitiva, una agricultura social, que permita a los agricultores y ganaderos vivir con dignidad”.

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