Una jueza de Lleida ha citado a declarar, en calidad de «investigados», a los representantes de distintas organizaciones agrarias por ser los responsables de varias protestas organizadas entre el pasado febrero y marzo en Lleida en las que supuestamente se maltrataron conejos vivos y muertos en una protesta contra la sobrepoblación de conejos.
Los representantes de Unió de Pagesos de Catatalunya (UP), Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC), la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) y de la Federación de Cooperativas de Catalunya han sido citados a declarar el próximo 20 de marzo de 2024 ante el juzgado de instrucción numero 4 de Lleida acusados de un presunto delito de maltrato animal.
Además, la magistrada titular del juzgado de instrucción ha pedido al Seprona de la Guardia Civil y a los Mossos d’Esquadra que aporten las diligencias que se efectuaron respecto de los hechos de los días 17 de febrero de 2023 y 3 de marzo de 2023, de manera especial las actuaciones identificativas de los supuestos agresores de los animales, donde conste asimismo la identificación de los agentes destinados al servicio de la concentración.
LES ACUSAN DE LANZAR CONEJOS CONTRA LA DELEGACIÓN TERRITORIAL DE ACCIÓN CLIMÁTICA EN LLEIDA, «ALGUNOS MUERTOS Y OTROS TODAVÍA VIVOS”
Este auto judicial, fechado el 28 de noviembre de 2023 y al que ha tenido acceso Efe, es la primera respuesta judicial a una denuncia penal que las organizaciones animalistas PACMA y Lex Ánima presentaron conjuntamente en marzo por los hechos ocurridos en Lleida durante las manifestaciones agrarias contra la sobrepoblación de conejos en los cultivos.
Según argumenta la denuncia, se acusa a varios manifestantes y, por responsabilidad, a las organizaciones convocantes, por lanzar conejos contra la delegación territorial del Departamento de Acción Climática en Lleida, «algunos muertos y otros todavía vivos, y que acaban siendo pisados en el suelo por el tumulto de campesinos».
Fuentes de PACMA indicaron incluso en su denuncia que se cometió «una posible omisión del deber de perseguir delitos» por parte de agentes policiales que presenciaron los eventos.
La denuncia se apoyó con pruebas gráficas recogidas por los medios de comunicación que dieron cobertura a la manifestación agraria y de los propios asistentes, que publicaron fotos y vídeos en las redes sociales.
Los denunciantes señalan que, además del lanzamiento de conejos, los manifestantes profirieron amenazas y lanzaron consignas desafiantes, incluyendo la referencia a un posible uso desautorizado del biocida: «Vamos a tirar el fosfuro de aluminio quieran o no quieran porque debe matarse a los putos conejos…», aseguran los animalistas que se escucha en los vídeos difundidos.
PACMA ha avanzado que se personará en el procedimiento como acusación popular y espera que «este proceso legal contribuya a la justicia y a la condena de quienes han perpetrado estos actos».
La denuncia imputa el artículo 337 del Código Penal, que impone castigos de prisión de 3 a 18 meses de duración, y los animalistas reclaman las penas máximas contempladas, que incluyen también hasta cuatro años de inhabilitación en el ejercicio de cualquier profesión que implique el trato con animales.
LAS ORGANIZACIONES YA LAMENTARON Y CONDENARON ESTOS INCIDENTES
Los denunciantes contemplan a todos los agravantes: causar dolor e, incluso, la muerte a los conejos y haber elaborado un “plan preconcebido”.
Los principales líderes sindicales de Lleida ya lamentaron unánimemente en su día los hechos denunciados.
El coordinador de Unió de Pagesos en Lleida, Josep Sellart, aseguró entonces que en el sindicato «no estamos a favor de la violencia, ni contra las personas, ni contra los animales» y asumía la responsabilidad de los hechos.
«Haremos lo que toque», confesó Sellart ante la instrucción penal, insistiendo en que «no nos sentimos orgullosos de lo que pasó», pero reconociendo que el lanzamiento de conejos fue «fruto del malestar».
En unos términos parecidos se manifestó en marzo la responsable del sindicato JARC en Lleida, Esmeralda Rourera, que condenaba lo que consideraba “un acto vandálico” y lamentó que “el triste espectáculo” ante Acción Climática “oscureciera todo el esfuerzo que pusimos por hacer una manifestación multitudinaria” contra la sobrepoblación de conejos.