Los cambios de la nueva PAC, el incremento del valor de las semillas y el gasoil, así como el aumento del precio de los fertilizantes y la falta de lluvias, siguen marcando el rumbo de las explotaciones de cereales en la provincia de Almería, que, en estos momentos, se encuentran en plena fase de siembra para la campaña 2023/2024. Pues de igual manera que terminó la anterior, la ausencia de precipitaciones en las principales zonas productoras de la provincia, hacen que los agricultores retrasen la labor de la siembra y que ésta se haga sin aportes de fertilizantes.

La lluvia es esencial para que los agricultores puedan preparar el suelo y garantizar un entorno propicio para la germinación y el desarrollo inicial de los cereales. “Otra vez los agricultores están esperando las lluvias para encontrar el momento oportuno para sembrar”, señala Adoración Blanque, presidenta de ASAJA-Almería.

La provincia de Almería tiene en producción 31.700 hectáreas de tierra de labor en extensivo, de las que más de 16.000 hectáreas se cultivarán de cereales de invierno esta nueva campaña.

Para esta campaña se prevé que la cebada siga siendo el cultivo predominante, con una superficie que rondara las 8.500 hectáreas; seguidas del trigo blando y la avena con una superficie prevista de 3.500 y 3.300 hectáreas respectivamente. En cuanto a las leguminosas, que tomaron relevancia en la pasada campaña para el cumplimiento de uno de los eco-regímenes de la nueva PAC, este año se prevé una disminución en este tipo de cultivos, optando los agricultores por otras opciones que ofrece el nuevo marco regulatorio.

La falta de lluvias no solo afecta a los cultivos extensivos, ya que los almendros y demás árboles que se encuentran en plantaciones con un sistema de explotación en secano también están comenzando a notar la falta de precipitaciones. Y, por último, los ganaderos de extensivo continúan su mala racha en cuanto a alimentación natural, estando ya en el tramo final del otoño.

Desde ASAJA-Almería recomiendan que los productores realicen sus planes de siembra con antelación para tener claro que cumplan todos los requisitos de esta nueva PAC que entra en su segundo año de vigencia. Además, como en otras ocasiones, recomiendan que los productores aseguren sus producciones ante la inestabilidad climática de estos últimos años y ante el previsible recorte en los aportes de fertilizantes.

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