Durante la reunión sectorial celebrada este martes 17, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) pidió al Ministerio de Agricultura que concrete ya las cifras y casos concretos de activación automática del mecanismo de regulación del mercado que permite la retirada temporal de producto de manera obligatoria para lograr una estabilidad de precios en el aceite de oliva.
El Consejo de Ministros aprobó el 9 de febrero de 2021 el Real Decreto que desarrolla la aplicación del artículo 167 bis de la Organización Común de los Mercados Agrarios de la Unión Europea para fijar los requisitos y el contenido de una norma de comercialización para el sector del aceite de oliva. Este Real Decreto permite que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, ante situaciones de claro riesgo de desequilibrio de mercado pueda, (previa consulta a las comunidades autónomas y a los representantes del sector), determinar a través de una orden una retirada temporal de producto de manera obligatoria para todos los operadores del sector hasta la campaña siguiente, e incluso determinar su destino a uso no alimentario.
La activación automática de la norma posibilita la autorregulación en un cultivo cuya producción se encuentra caracterizada por el fenómeno de la vecería, con campañas de producciones muy altas alternadas con otras de rendimientos bajos. Esta es una de las causas de la gran volatilidad de los precios, que tiene a su vez una clara incidencia en la viabilidad económica de muchas de las explotaciones oleícolas, en particular las más tradicionales.
“Se trata de una norma pensada para evitar la volatilidad de los precios, con lo que el agricultor puede asegurarse una estabilidad de precios vital para su subsistencia, al tiempo que supone un beneficio para los consumidores, que no se verán sometidos a vaivenes de precios en un producto esencial”, ha apuntado Juan Luís Ávila, responsable del olivar de COAG, a lo que ha apostillado; “de hecho, si esta norma hubiese estado aprobada hace varios años, cuando se registró en España una cosecha de aceite histórica ( 2013-2014), no se habría producido la crisis de precios que vivió el sector durante tres largos años, ya que se habría podido retirar del mercado, de forma obligatoria y automática, la cantidad de aceite necesario para dar estabilidad al mercado. Y ahora, tampoco tendríamos una subida de precios al consumidor tan pronunciada por falta de aceite ante sequía”.