Ramón Guarido / Presidente de Asociación de Ganaderos 19 de Abril

Hoy, 11 de septiembre de 2023, ser ganadero de vacuno en España es una tarea aún más difícil
que un tiempo atrás.

Es un momento extremadamente duro, no ya por la elevada burocracia, la subida descontrolada de
los gastos, la sequía, los recortes de la PAC o la exagerada presión sanitaria de la tuberculosis y
lengua azul; sino por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) ante la cual estamos teniendo unas
pérdidas económicas incalculables cada día (muertes, abortos, medicamentos,….), pero ya no solo en
lo económico, es lo moral.

Hoy los ganaderos estamos desesperados, sentimos la impotencia en nuestros cuerpos cuando
después de ver cómo se muere «tu vaca», la que has criado de una de las mejores de las tuyas, que
sabes cuál es la madre y la abuela; una mañana llegas a echarle de comer y ves que no come, que le
cuesta moverse, que tiene los ojos hinchados, el hocico lleno de babas y saca la lengua para que no
le molesten las úlceras del paladar. Entonces la metes en el mueco, le pones el antiinflamatorio, le
lavas la boca con vinagre y sal para curar las llagas y después, pasan los días y sigues haciendo todo
lo posible por «tu vaca» y al final, se muere. Y mientras tanto te van saliendo más vacas, con los mismos
síntomas. Esta es la impotencia y la desesperación de ser hoy ganadero, porque ya se sabe, ser
ganadero es una forma de vida.

Pediría a los políticos, a todos, desde el primero hasta el último, que se pongan las botas y vayan a
cualquier explotación de vacuno de España afectada por la EHE y vean el drama que estamos pasando
y entiendan porque decimos que están mirando para otro lado, y porque pedimos ayudas urgentemente
ya que la situación requiere de una celeridad que no llega, o que entiendan y defiendan estos políticos,
que pidamos una vacuna (que ya existe), para frenar el problema.

Y Sr Ministro, es muy triste que viendo la magnitud del problema, tarde más de dos semanas en
reunirse con las comunidades autónomas. Quizás espera que el mosquito pase los Pirineos y eso ya,
es harina de otro costal.

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