La Interprofesional Citrícola Española (Intercitrus) ha iniciado las gestiones para reclamar a la Comisión Europea (CE) “pruebas documentales y un sistema de verificación” de que Sudáfrica está cumpliendo en sus exportaciones de naranjas al mercado comunitario con el prescriptivo cold treatment o tratamiento en frío regulado en 2022.

Intercitrus reacciona de esta manera ante la evidencia de que las medidas establecidas hasta el momento “son insuficientes para que el principal proveedor extracomunitario de cítricos a la UE deje de exportarnos esta peligrosa plaga” por lo que reclama que, además, el tratamiento de frío vigente se amplíe a todos los cultivos que son hospedadores del insecto, como lo son también las mandarinas y pomelos.

Así se manifiesta la presidenta de esta organización, Inmaculada Sanfeliu, tras analizar el desarrollo de la presente campaña de importaciones del hemisferio sur, en la que junto a la referida Thaumatotibia leucotreta ha reemergido la amenaza de una segunda plaga cuya lucha es igualmente catalogada como ‘prioritaria’ por la regulación europea, la ‘Mancha negra’: a falta de afrontar los meses álgidos en lo comercial –que son agosto, septiembre y octubre- el país austral ya acumula 21 interceptaciones por esta enfermedad fúngica por las 28 que se dieron en todo 2022.

Tales datos, según Sanfeliu, “sólo pueden acreditar que la enfermedad –seguramente agravada por los recientes extremos episodios de lluvias- está desatada, resulta incontrolable y/o no la están combatiendo ni con tratamientos suficientes, ni con los fungicidas más eficaces”.

La experiencia vivida en 2022 –después de que entrase en vigor el cold treatment– y la situación generada ahora, aconseja adoptar nuevas medidas, cambios en la normativa que aseguren un mayor grado de transparencia en la aplicación de lo regulado en cuanto a la ‘Falsa polilla’.

Efectivamente, durante el pasado año se pudo acreditar un incumplimiento “reiterado, premeditado y probado del tratamiento de frío por Sudáfrica”, describe Sanfeliu. De ahí, que sea necesario implementar un sistema que permita verificar que éste se aplica tal y como marcan las normativas internacionales y fue recogido en su momento en el Diario Oficial de la UE.

En concreto, Intercitrus reclama que, antes de partir hacia el destino europeo, el operador concrete cuál será su puerto de entrada. Además, exige que todos los contenedores -como establece la Norma Fitosanitaria NIMF 42- incorporen las tres sondas de pulpa que deben medir y registrar la temperatura de la parte central de la fruta. En tercera instancia, propone crear una plataforma virtual en la UE donde se almacenen los registros de las temperaturas de estas tres sondas de pulpa, descargadas a su vez del data logger que cada contenedor de naranja originario de un país con ‘Falsa Polilla’ con destino a la UE está obligado a tener.

Tales datos –que acreditarían el cumplimiento del cold treatment– deberían quedar a disposición de las autoridades competentes de los Organismos Nacionales de Protección Fitosanitaria de los 27 Estados miembros de la UE. Estos registros, además, deberían conservarse durante al menos un año, así como los certificados fitosanitarios emitidos en origen a fin de permitir un sencillo y automático rastreo de los lotes tratados.

Los hechos consumados este año en cuanto a la otra plaga prioritaria citada no son –a juicio de la interprofesional- menos graves.  La ‘Mancha negra’ (Phyllosticta citricarpa o Citrus Black Spot, CBS) también está regulada como organismo cuarentenario y prioritario en la UE -en el top 20 de todas las plagas agrarias y silvestres de mayor impacto económico y medioambiental- y lejos de ser un “problema cosmético” –como argumenta la Citrus Growers Association of Southern Africa (CGA)- representa un grave riesgo para los países comunitarios productores de cítricos. Está considerada a nivel científico como el patógeno fúngico más importante de los cítricos a nivel mundial y en las regiones citrícolas donde está presente son necesarios entre 4 y 6 tratamientos fungicidas al año para obtener un control aceptable de la enfermedad. Además, no sólo los informes técnicos, sino los hechos se han encargado de demostrar que este hongo se puede aclimatar perfectamente al Mediterráneo.

LA UE DEBE MANTENER UNA ACTITUD FIRME Y ORDENAR A LOS ESTADOS QUE INCREMENTEN LOS CONTROLES FITOSANITARIOS EN LOS PUNTOS DE INSPECCIÓN FRONTERIZA

Así lo demuestra su presencia confirmada en 2019 en Túnez o ahora, tras detectarse en julio una partida de naranjas infectadas originarias de Egipto, muy probablemente también en este segundo país norteafricano. El elevadísimo número de interceptaciones con este hongo en partidas sudafricanas en 2021 (43), 2022 (28) y 2023 (21, sólo hasta julio) “es prueba patente de que sus exportadores incumplen la normativa ya que o no tratan suficientemente sus campos … y/o no lo hacen con los fungicidas de eficacia probada, seguramente por no incurrir en mayores costes (los tratamientos más efectivos son mucho más caros que los habituales), aunque ello signifique exportar a la UE fruta infectada”, interpreta Sanfeliu.

Por tales motivos, Intercitrus reclama a la CE que «lejos de sentirse amedrentada por coacciones como la propuesta por la CGA a su Gobierno, que presiona para que éste denuncie a la UE ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), renueve, o más bien, intensifique las insuficientes medidas fitosanitarias actuales para evitar la introducción de la ‘Mancha negra’ en territorio de la UE».

“Frente a los chantajes sin pruebas ni informes científicos solventes que los avalen –como los que sí puede acreditar la UE con los informes realizados por la EFSA- el ejecutivo comunitario debe mantener una actitud firme y ordenar a los Estados miembros que incrementen los controles fitosanitarios en los Puntos de Inspección Fronteriza con el objeto de detectar la entrada de frutos afectados por esta enfermedad” insiste la presidenta de la interprofesional».

Es más, Intercitrus reclama recuperar un artículo en el reglamento comunitario que permitiera tomar a la UE la decisión de cierre automático cautelar de su frontera en caso de que se detectaran más de 5 interceptaciones de partidas contaminadas, como existió en el pasado y se eliminó en su momento, precisamente por la presión sudafricana.

Intercitrus considera igualmente “lamentable” que, en lugar de hacer propósito de enmienda y tras tantos años acumulando rechazos, la CGA cuestione las analíticas realizadas de CBS, más aún sabiendo que en lo que llevamos de año Sudáfrica vuelve a liderar las interceptaciones por motivos fitosanitarios y acapara hasta el 42% de las confirmadas al conjunto de importaciones de cítricos en la UE (26 de 62 hasta el mes de julio).

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