Las imposiciones de la reforma de la PAC de rotar parcelas y destinar un porcentaje de superficie a los cultivos proteaginosos, es el principal motivo que ve ASAJA León para que la superficie de cultivo de alubias se haya incrementado un 37% respecto al año anterior, alcanzado las 4.350 hectáreas.

No han sido razones de mercado, ya que los envasadores de legumbres no han mostrado un especial interés por formalizar contratos en precampaña ni por mejorar precios con respecto a los que se vienen registrando de los dos años anteriores. Más de tres cuartas partes de la legumbre que se envasa y comercializa en España, y en particular de las alubias, provienen de la importación de terceros países, es decir, de fuera de la Unión Europea, y lo hacen sin barreras arancelarias que limiten el libre mercado.

Las siembras, por lo general, se han hecho de forma tardía, debido en  primer lugar a la sequía de primavera y posteriormente a las lluvias de finales de mayo y principios  de junio, así como a las obras de modernización del regadío en municipios tan importantes para esta producción como es Bustillo del Páramo. Debido a este retraso en el desarrollo del cultivo, la climatología de los próximos meses, y en particular la de septiembre y octubre, será decisiva para asegurar el éxito de las siembras y  poder recoger una cosecha que debería de superar medias de 2.500 kilos por hectárea, llegando al menos a 10.000 toneladas.

Aunque en la provincia de León se siembra una gran diversidad de variedades, la que se ha implantado en los últimos años, a diferencia del resto, es la variedad “pinta”, y ello debido a que es la que tiene un mejor manejo desde el punto de vista agronómico.

En la provincia de León se ha trabajado durante más de tres décadas en impulsar la figura de calidad de Alubia de La Bañeza León, que es en la actualidad una indicación geográfica protegida. Sin embargo, según ASAJA, «por el desdén de la industria comercializadora y transformadora, la cantidad de alubias con sello de garantía que en la actualidad se pone en el mercado es testimonial, y los agricultores acogidos a esta figura apenas llegan a la veintena. La decadencia de la marca ha llegado al extremo de que no se ha podido conformar el órgano de gestión de la figura de calidad, regido en la actualidad por una gestora con un funcionario público al frente de la misma».

×