LA UNIÓ de Llauradors ha solicitado a la Conselleria de Agricultura que defienda ante el Ministerio de Agricultura (Magrama) la concesión de una ayuda acoplada para el sector del olivar de baja producción y cultivado en abancalamiento, como es el de la mayoría de las zonas productoras de la Comunitat Valenciana. Dicha reivindicación debería ser trasladada por parte de la Generalitat a los responsables del Magrama en la Conferencia Sectorial que se celebrará este jueves.

La Unión Europea establece que en los Pagos Directos de la PAC se pueda conceder una ayuda acoplada a aquellos sectores o regiones en que ciertos tipos específicos de actividades que sean especialmente importantes por motivos económicos, sociales o medioambientales, afronten dificultades. Así, la UE considera que determinados tipos de actividades o sectores agrícolas específicos cuando afronten dificultades podrán recibir ayudas acopladas cuando exista riesgo de abandono o de descenso de producción debido, entre otros factores, a la escasa rentabilidad de la actividad realizada, que afecta negativamente al equilibrio económico, social o medioambiental de la región o del sector en cuestión.

LA UNIÓ QUIERE QUE LA gENERALITAT PLANTEE ESTA OPCIÓN EN LA PRÓXIMA CONFERENCIA SECTORIAL

La decisión de incluir a un sector dentro de las ayudas acopladas de la PAC ha de ser tomada por los Estados miembros hasta el 1 de agosto del año anterior al primero de aplicación de la ayuda, pudiendo revisarla únicamente a más tardar el 1 de agosto de 2016, con efectos a partir de 2017. Por este motivo, LA UNIÓ solicita este acuerdo en la Conferencia Sectorial del 30 de junio.

En este sentido el Grupo de Trabajo de Alto Nivel (GTAN), creado por la Conferencia Sectorial, constató por unanimidad que los criterios para la elección de los sectores objeto de concesión de los pagos acoplados deberían ser aquellos que, sin ellos, estarían sometidos a riesgos indiscutibles de reducción de su producción o incluso de abandono, con importantes repercusiones socioeconómicas o medioambientales.

LA UNIÓ interpreta que el cultivo del olivo en la Comunitat Valenciana cumple estos supuestos y por eso ha pedido a la Conselleria de Agricultura la defensa de una ayuda acoplada para el olivar de baja producción y/o en abancalamiento que cumpla al menos con uno de los siguientes supuestos: ser explotaciones con una producción inferior a los 2.000 kg/Ha., o estar en una pendiente pronunciada que dificulta las labores y por lo tanto encarece su mantenimiento.

La superficie media en las últimas cinco campañas en estas condiciones es de alrededor de 490.430 Ha de olivar en toda España, en su mayoría situadas en la Comunitat Valenciana, Andalucía, Castilla la Mancha, Extremadura, Cataluña y Aragón. Según cálculos del propio Ministerio cada hectárea de olivo en estas condiciones tiene una pérdida media de 200 €, unas cifras que se ven aumentadas con la competencia de otros olivares de mayor producción o intensivos y en terrenos de baja pendiente que permiten reducir los costes de producción.

El olivar al que hace referencia la petición de LA UNIÓ se encuentra en las faldas de las montañas, con abancalamientos de muro de mampostería en seco, en suelos poco fértiles de baja intensidad, en secano sin posibilidad de regadío, en territorios sin alternativas de cultivo, olivos centenarios o milenarios con un gran valor patrimonial y paisajístico con una misión, entre otras, de evitar tanto la erosión como su labor de cortafuegos en los numerosos incendios que asolan todos los veranos nuestro territorio. De ahí la importante repercusión medioambiental para nuestro territorio que tendría un posible abandono del olivar.

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