Más de 3.000 personas y 60 tractores han participado en una manifestación histórica convocada este sábado 20 por las calles de Castelló para mostrar su rechazo a los grandes proyectos fotovoltaicos previstos en las zonas de interior castellonenses y reclamar un mundo rural vivo.
El acto de protesta; convocado por LA UNIÓ Llauradora, las asociaciones de defensa del territorio Junts per la Terra de la Vall d’Alba, Associació Nostra Terra de les Coves de Vinromà, Defensem els nostres arrels i la Terra Casa Nostra de Vilafamés, No a la Mat comarques de Castelló, Per una ubicació racional de les renovables, El futur és avui, asociación de Cabanes, Morella Viva y Calderona Viva ha partido desde la plaza de la Independencia (La Farola) hasta concluir en la plaza María Agustina.
La protesta iba encabezada por los tractores que han salido a primera hora desde diversas localidades, principalmente de las comarcas de la Plana Alta y l’Alcalatén. “La construcción de todos estos grandes proyectos fotovoltaicos es una agresión sin precedentes en el territorio, para todas las personas que vivimos en el mismo”, señalan las entidades convocantes.
Una parte importante de terrenos agrícolas en plena producción, granjas y otras muchas actividades como por ejemplo bodegas, turismo rural, restauración, masos, construcciones de piedra en seco y el propio paisaje estarán en peligro de desaparición si prosperan la gran cantidad de grandes proyectos fotovoltaicos previstos.
Una vez ya ante la sede de la Subdelegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana se han realizado parlamentos por parte de todas las entidades vinculadas a la defensa del territorio y se ha dado lectura también a un manifiesto por parte de los periodistas Alba Saura y Jesús Broch.
Según las informaciones recabadas por LA UNIÓ los proyectos fotovoltaicos que se plantean en estos momentos en el conjunto del territorio valenciana supondría la desaparición de más de 2.700 explotaciones agrícolas, sin contar las ganaderas, lo que significa el 3% del total de las explotaciones. Además, hay que destacar que mayoritariamente se encuentran situadas en la en zonas de interior y con riesgo de despoblamiento.
“NO SE PUEDEN DESTROZAR LOS PROYECTOS DE VIDA DE LAS PERSONAS DEL INTERIOR PARA QUE LAS ZONAS MÁS POBLADAS TENGAN LUZ”
Las entidades convocantes afirman que están a favor de la energía renovable para frenar el cambio climático, pero no que en lugar de una transición energética justa se haga con una transición especulativa y devoradora con el territorio rural.
En este sentido, cuestionan el colonialismo energético de las zonas urbanas frente al interior. “No se pueden destrozar los proyectos de vida de las personas del interior de Castelló para que las zonas más pobladas tengan luz, el modelo energético tiene que crecer primero desde las ciudades, potenciando el autoconsumo y aprovechando polígonos industriales, áreas periurbanas degradadas, edificios públicos, en lugar de destrozar el territorio rural como si fuera un queso gruyere”, afirman las asociaciones convocantes de la manifestación.
“La lucha va a ser larga y no pensamos parar hasta que se reconsideren todos estos macroproyectos de energía fotovoltaica”, indican, y exigimos “un nuevo planteamiento tanto en la ubicación como en la extensión en el número de hectáreas y que obligatoriamente estén sometidas a criterios técnicos que garanticen y velen por el bien general y no por los intereses económicos de grandes empresas y multinacionales”.