Antonio Casas García / Ganadero de vacuno lechero de Granada y gerente de Alba Ganaderos S. Coop. And

ALBA GANADEROS S.C.A inicia una nueva andadura, ilusionante y de futuro para sus socios, dejando atrás la imposición, coacción y presión del modelo empleado por la multinacional francesa a la que vendía su leche, para optar por un modelo de producción que respeta el tejido productivo como base fundamental para la construcción de un mercado lácteo 100% andaluz y español, de proximidad, arraigado en el territorio, responsable y sostenible en el más amplio sentido de la palabra.

Alba Ganaderos S. Coop. And, manifiesta su malestar con la campaña de desprestigio hacia la marca Puleva, entendiendo que es una marca ligada a la historia de Granada y a su gente, y que pese a todo, sigue creando valor en esta ciudad. Deseamos sinceramente que toda esta situación, merme lo menos posible su presencia en el mercado.

Dicho esto, queremos zanjar definitivamente esta crisis entre Alba y esta multinacional francesa. Agradeciendo el tiempo de colaboración. Si bien, esperamos, cesen las mentiras de sus dirigentes en cuanto al conflicto, desviando la atención sobre el tema principal del mismo, como es la imposición de unos precios abusivos para los ganaderos andaluces, que, hacen inviable su rentabilidad como empresa y un cese inédito en la historia de la recogida de su leche, como medida exacerbada de presión para obligarles a firmar los contratos impuestos, a una entelequia conspirativa organizada y teatralizada para provocar una ruptura y dañar una marca.

Las víctimas, son sin duda, los ganaderos que suministraban hasta el 31 de marzo sobre el 60% de la leche Andaluza y el 100% de la producida en Granada, a la industria láctea que la multinacional compro en esta ciudad y que ha sido durante muchos años su marca de identidad, cooperativizados en Alba Ganaderos, que ante el rechazo a recoger su leche, han tenido que tirarla y destinarla a otras industrias que con toda premura han tendido a bien abrir sus puertas para evitar un mal mayor, traducido en más derramamiento de leche, y otra gran parte en estos días de locura se ha podido transformar en queso. Todo este atropello, ha sido y está siendo un duro trabajo de reorganización de estructura, y eso lo saben perfectamente y lo están sufriendo los trabajadores que Alba también tiene, igualmente andaluces y granadinos y los más de mil trabajadores de las ganaderías que hasta ahora producían su leche para esta planta, con inversiones millonarias también en sus granjas.

Esperamos también, que esta multinacional ceje en su empeño de desestabilizar a Alba mediante las calumnias y mentiras que su personal está difundiendo entre sus socios para crear más polémica, enredar e intentar captar con el uso de estas prácticas alguna parte de la leche andaluza perdida.

Llegados a este punto, los ochenta ganaderos que conforman Alba en Andalucía y que producen esos 95 millones de litros que tenían previstos entregar en la planta de Granada en 2023, han decidido y apuestan firmemente por otro modelo, el que crea valor en cada uno de los eslabones de la cadena alimentaria, el que apuesta decididamente por seguir produciendo productos de la mayor calidad y proximidad y por el que en definitiva, se garantiza una producción responsable para todos. Ahora, es momento de que el consumidor también decida.

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