Respeto. Es lo único que han pedido este viernes 28 desde EHNE. Queremos pedir respeto a todos y todas los que disfrutan de nuestros montes, pastos, bosques, zonas de caseríos. Respeto a nuestro oficio, y a nuestro ganado. El caso de la paliza a un pastor por el propietario de un perro ha sido un caso extremo. No se puede permitir. No se puede repetir. Desde EHNE han querido ofrecer su apoyo al pastor.

Pero paralelamnete desde el sindicato agrario vasco «una vez más queremos pedir respeto en los lugares en los que realizamos nuestra actividad. A menudo las cancillas no se vuelven a dejar como se encuentran, lo que lleva a que el ganado salga. Esta actitud genera situaciones de riesgo y perjudica al baserritarra, así como al ganado. En otras ocasiones, entrar en una zona cerrada puede dañar las hierbas que prepararemos para el invierno. También en esto salen perjudicados el y la baserritarra y los animales, porque hay que gastar más dinero y porque el ganado se queda sin comida, algo grave, teniendo en cuenta la sequía que estamos sufriendo. Con los que disfrutan recogiendo setas en nuestros bosques, no hay ningún problema, siempre que dejen la zona como la encontraron. Y es que hay que tener en cuenta que los lugares que se frecuentan en la mayoría de los casos son de los y las baserritarras».

Asimismo, recuerdan que cuando salen a pasear con los perros por el monte, éstos tienen que ir atados. No es un capricho de los baserritarras, es una medida claramente indicada en la Norma Foral de Montes de la Diputación Foral. E insisten en que «aún es más necesario atar a los perros si hay ganado alrededor. El perro asusta a los animales, aunque no les muerda, y eso les perjudica. Perjudica el bienestar del animal. Abortos, muertes, caídas… podemos poner un sinfín de ejemplos, ya que, desgraciadamente, sufrimos con demasiada frecuencia este tipo de situaciones».

Finalmente han echo un llamamiento a la convivencia «porque creemos que todos tenemos derecho a disfrutar de nuestro entorno, todos tenemos derecho a dedicarnos con tranquilidad a nuestro oficio. Por eso no estamos en contra de los perros, de los ciclistas, de los motoristas, de los montañeros o de los que pasean. Pero lo fundamental para hacer efectiva la convivencia es el respeto y eso es lo que pedimos. Quien no sobrepase una zona cerrada, quien lleve atado al perro en la zona donde se encuentra el ganado, quien deje las cancillas como las encontró, quien deje tranquilo al ganado, no hará daño a nadie. Porque respetará lo que le rodea. Eso es lo que pedimos. Respeto».