Embutidos Martínez, la empresa española de referencia en la elaboración de embutidos frescos, burger meat y hamburguesas premium en España, cerró 2022 con una facturación de casi 170 millones de euros, un 18,55% por encima del ejercicio anterior, con una producción que rondó los 40 millones de kilogramos de producto. A pesar de estos datos, la empresa ha registrado uno de sus ejercicios más difíciles, ya que la reducción de su beneficio ha experimentado una bajada del 45%, generando un margen neto del 1,49% que han significado 2,5 millones.

La empresa indica que estas cifras son atribuibles a varios factores originados por la tensión inflacionista en el mercado de las materias primas, con fluctuaciones de precios especialmente importantes en el caso de la proteína animal, además de un entorno convulso, a lo que hay que sumar también los costes disparados en energía. Todo esto se une a una importante subida de los salarios de más de un 15% en los últimos tres años, que permite que la plantilla pueda adaptarse también a las subidas del coste de la vida.

«Ha sido un año complicadísimo que hemos conseguido llevar adelante con el esfuerzo de toda la plantilla, con unos márgenes mínimos, con la reducción de su beneficio, que nos hacen plantearnos fórmulas para volver a una rentabilidad suficiente que nos permita mantener la sostenibilidad de la empresa para poder seguir invirtiendo, y mantener nuestro compromiso con los trabajadores. Hay que dar la vuelta a esta situación, que se prevé complicada para 2023.», explica Raúl Martín, director general corporativo de Familia Martínez, división corporativa que integra a Embutidos Martínez.

En palabras del propio Raúl Martín, «ha sido un mal año en el que las empresas como Embutidos Martínez estamos asumiendo una subida de costes brutal que no estamos repercutiendo en su totalidad. Con el índice de precios industriales subiendo un 35,5% durante 2022, la situación es muy complicada y se puede convertir en insostenible para el sector».

«Además, teniendo en cuenta que más del 70% del coste es materia prima, la subida media de las mismas en los últimos años ha superado casi un 80%, lo que sumado al incremento en los convenios del 15,3% y el coste desbocado de las energías nos dejan ante una situación tremendamente complicada. Debemos seguir con nuestro compromiso en seguridad alimentaria y calidad manteniendo nuestro plan de ahorro de costes para seguir adelante pese a la difícil situación económica», concluye el director general corporativo de Familia Martínez.

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