La Comisión Europea ha subrayado la necesidad de acelerar el desarrollo de alternativas a los plaguicidas con neonicotinoides, prohibidos por su impacto sobre las colonias de abejas.
El asunto fue abordado este lunes en la comisión de Medioambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo, que debatió el impacto de una reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que vetó las excepciones a la prohibición de comercializar y usar semillas tratadas con productos fitosanitarios que contengan neonicotinoides.
Aunque esos plaguicidas con neonicotinoides están prohibidos en la UE desde 2018, algunos países europeos han acordado excepciones a esa prohibición.
Los eurodiputados preguntaron a la Comisión si hay alternativas a esos insecticidas e instaron a Bruselas a actuar con rapidez para no permitir que siga habiendo excepciones y para garantizar la igualdad de condiciones en todos los países de la UE.
LA COMISIÓN EUROPEA COMPARTE QUE HAY QUE PISAR EL ACELERADOR EN ESTE TRABAJO, PERO QUE HACE FALTA TIEMPO Y DINERO
Una representante de la Comisión Europea explicó que existen distintos proyectos de investigación en marco del programa Horizonte Europa para buscar sustitutos a los plaguicidas vetados, algunos de las cuales podrán ser autorizadas con rapidez.
«La Comisión Europea comparte (…) que hay que pisar el acelerador en este trabajo», dijo la representante de la CE, y reconoció que la evaluación de las sustancias plaguicidas requiere mucho tiempo y dinero.
También subrayó que ese trabajo depende en gran medida de los Estados miembros y explicó que Bruselas está asesorando a los países sobre cómo respetar la sentencia de la corte europea.
El eurodiputado liberal francés Pascal Canfin, presidente de la comisión de Medioambiente, indicó por su parte en Twitter que, por primera vez, la Comisión Europea ha confirmado ante el Parlamento que la sentencia no solo se aplica a las semillas tratadas con esos fitosanitarios, sino también a la pulverización de cultivos.
El pasado 19 de enero el Tribunal de Justicia de la UE declaró que los Estados miembros no pueden ofrecer exenciones a la prohibición europea sobre las semillas de cultivos tratadas con neonicotinoides.