La décima edición de Palagüinos, la fiesta de homenaje al tractor, ha reunido este sábado en la localidad abulense de Palacios de Goda (387 habitantes), al norte de la provincia, a cerca de un centenar de vehículos del campo para reivindicar el mundo rural.
Todos los participantes, llegados desde todos los puntos de Castilla y León, junto a alguno de otra Comunidad, han ido accediendo a la Plaza Mayor del pueblo y sus inmediaciones, en una especie de procesión en la que se han producido atascos, dada la gran afluencia de participantes.
Esta iniciativa, puesta en marcha a semejanza de la concentración motera de Pingüinos, que tiene lugar en Valladolid cada mes de enero, ha logrado congregar en Palacios de Goda a 550 personas en la paellada que ha organizado en el Frontón Municipal el Consistorio de esta localidad.
Junto a impresionantes tractores de diferentes marcas y potencias, han podido contemplarse ante el Ayuntamiento algunas piezas de museo con muchos años de antigüedad, en contraste con los vehículos actuales, cuya potencia y comodidades nada tienen que ver con las ‘joyas’ de antaño.
Mientras vecinos y visitantes esperaban la ‘procesión’, un buen número de niños jugueteaba en la plaza con sus tractores de juguete y otros de pedales, a cuyos dueños el Consistorio de la localidad les ha obsequiado con un detalle.
John Deere, New Holland o Ebro, han sido algunas de las marcas de tractores que han podido verse en esta fiesta que para la presente edición ha batido récord de participación, según ha explicado a Efe el alcalde, Francisco Martín, que desde el balcón del Consistorio ‘regulaba el tráfico’.
SE TRATA DE «REIVINDICAR EL MUNDO RURAL» Y «RENDIR HOMENAJE AL TRACTOR»
El regidor ha contrastado los 72 tractores y 250 personas del año pasado, con los 96 vehículos y 550 personas de la décima edición, que se ha visto favorecida por el buen tiempo y las ganas de celebrar con normalidad total esta fiesta que se ha convertido en un clásico del mes de febrero.
Martín ha comentado que la elección temporal se ha hecho teniendo en cuenta los momentos de «menos trabajo» en el campo, de manera que puedan acudir muchos agricultores de la comarca abulense de La Moraña y de las más próximas, aunque también han participado de otras provincias de la Comunidad y de Castilla-La Mancha.
De esta manera, se trata de «reivindicar el mundo rural» y «rendir homenaje al tractor«, que según Francisco Martín es «la herramienta principal de los agricultores» de este municipio y esta zona que tiene en la agricultura su «eje más importante».
Después de años «complicados», el sector ha podido vivir este sábado en Palacios de Goda una fiesta además de reivindicar el mundo rural también ha reivindicado el papel y la situación de este sector, situando en la fachada principal del Consistorio dos pancartas en las que podía leerse «Precios justos para el campo. Sin agricultores no hay comida».
Entre los participantes figuraba Leticia Sáinz, que a sus 30 años lleva nueve como agricultora en su pueblo abulense de Donvidas, situado a unos 3 kilómetros de Palacios de Goda, donde es la única mujer que se dedica al campo plenamente, con jornadas que pueden llegar a las doce horas.
«Estoy acostumbrada. Me siento uno más de ellos», ha explicado a Efe, al tiempo que relataba cómo su oficio le viene de tradición familiar, ya que sus abuelos, sus padres y sus tíos tienen en el campo su principal modo de vida.
Tras bajarse del tractor que ha conducido desde su pueblo -tiene cuatro-, Sáinz ha elogiado este tipo de iniciativas que sirven para «juntar a muchos agricultores» de la zona y de otras provincias de Castilla y León.
Esta agricultora que siembra cereales, remolacha y girasol, reivindica el trabajo del campo, así como una fiesta a semejanza de la que los moteros tienen en Valladolid, con impresionantes máquinas convertidas en una segunda casa para los agricultores, ya que «echan muchas horas» en sus cabinas.
Sáinz explica que este año ha sido «complicado» para el sector, debido a los elevados precios de los carburantes y los fertilizantes, lo que ha supuesto una «gastos exagerados», a la espera de ver cómo viene la próxima campaña.
Esta iniciativa organizada por el Ayuntamiento, en colaboración con la Diputación de Ávila, ha recuperado este año la normalidad total tras la pandemia, con el tradicional desfile de tractores, antes de la entrega de premios a los dos que han sido matriculados más recientemente, a los dos más antiguos, a los llegados desde más lejos y a los dos con más caballos de potencia.
Tras la paella popular, en la que han participado 550 personas, ha tenido lugar el concurso de habilidad en manejo del tractor en la explanada del frontón, antes de concluir con una actuación musical a cargo de Abandolados, Danny y DJ SD.