La Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía ha puesto fin a las restricciones de la Unión Europea al movimiento de animales y productos de ovino y caprino que se vieron afectados por la Viruela Ovina y Caprina (VOC), que ha supuesto un total de 4.345 cabezas de ganado.

No obstante, según ha informado este martes la Junta, como medida preventiva para evitar posibles rebrotes de la infección debido a la posible presencia del virus, la Consejería mantiene las restricciones en una pequeña área, que se irán levantando progresivamente.

El brote se ha saldado con trece focos de la enfermedad en Andalucía, doce en la comarca granadina de Baza, en los municipios de Benamaurel, Cúllar y Baza, así como en la zona de Huéscar, también en Granada; y uno en el término municipal de Oria, en la provincia de Almería.

En total se han sacrificado 4.345 cabezas de ganado ovino y caprino, ha detallado la Junta.

Una vez detectado el primer foco, la Consejería ha recordado que adoptó «de forma inmediata» las medidas de control previstas en la normativa comunitaria, caso del sacrificio de los animales de la explotación afectada, la eliminación de los cadáveres en la planta de transformación, así como la limpieza y desinfección oficial de la explotación.

También se estableció una zona de protección de 3 kilómetros y una de vigilancia en un área de 10 kilómetros, con refuerzo de las medidas de bioseguridad y vigilancia en las explotaciones.

A ello se suma la aplicación de medidas de restricción de movimiento de animales y productos, así como la investigación epidemiológica para tratar de identificar el origen del virus, aún bajo estudio, y los posibles contactos de riesgo que se hubieran podido dar.

Como consecuencia de la aplicación de las zonas de protección y de vigilancia, un total de 210 explotaciones ganaderas y aproximadamente 45.000 cabezas de ganado han tenido medidas de restricción de movimiento de animales y productos como el estiércol y el pienso.

En aras de limitar, en la medida de lo posible, las restricciones al movimiento de animales, la Consejería, en coordinación con el Ministerio de Agricultura, puso en marcha un Plan de Vigilancia Intensivo y específico para la zona afectada, todo ello con el objetivo de evitar la propagación de la enfermedad a otras zonas.

Para ello se han tomado muestras de todas las explotaciones ubicadas a menos de 5 kilómetros de cualquiera de los focos y analizado mediante PCR en el laboratorio nacional de referencia, el de Algete, en Madrid.

Se efectuaron más de 6.000 tomas de muestras de cara a justificar la existencia de la enfermedad únicamente en los focos declarados, manteniendo como zona libre otras comarcas y municipios de las provincias de Granada y Almería.

AYUDAS A LOS GANADEROS AFECTADOS

El director general de la Producción Agrícola y Ganadera de la Consejería, Manuel Gómez Galera, ha explicado que es cierto que las medidas de gestión del brote han implicado «decisiones difíciles» para los ganaderos, como el sacrificio de los animales, la eliminación de piensos, estiércoles y otros insumos de la explotación, además de las restricciones de movimiento del ganado, que han impedido el aprovechamiento de los pastos cercanos a las mismas.

No obstante, ha asegurado, los importes de indemnización por sacrificio se han pagado, salvo un número reducido que aún no ha resuelto las incidencias, así como los gastos de eliminación de cadáveres, a los que se sumarán pagos por la limpieza y desinfección, además de haber establecido ayudas extraordinarias, que también van a percibir.

En el caso concreto de las indemnizaciones por sacrificio, según Gómez, la Consejería ha gestionado «de manera ágil» la tramitación de los importes destinados a este fin, con pagos por un importe que asciende a 219.000 euros, cifra a la que hay que sumar los 92.000 euros ya valorados y tramitándose el pago por los gastos de eliminación de cadáveres.

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