La agricultura y ganadería de la Unión Europea se encuentran entre las más eficientes y avanzadas del mundo en cuanto al compromiso que han asumido sus productores, cooperativas y fabricantes en materia de clima y medio ambiente. Entre sus prioridades, encontrar la manera de progresar hacia los grandes objetivos ambientales, en equilibrio con la sostenibilidad económica y social. Los sectores del vacuno, ovino y caprino de leche europeo ha mejorado mucho en eficiencia y también la concienciación de los propios productores con el cuidado de la naturaleza y de los ecosistemas.

El sector lácteo basado en el pastoreo tiene una ventaja, por un lado, en cuanto a la biodiversidad, dado el vínculo que la ganadería tiene con el territorio y con los ecosistemas, y, en segundo lugar, en cuanto a las emisiones de gases de efecto invernadero, por el potencial que las praderas y pastos tienen para la absorción y la captura de carbono. A la apuesta por la sostenibilidad, se une el respeto de las más ambiciosas regulaciones sobre bienestar animal, que permiten aportar transparencia y seguridad a los consumidores sobre los métodos de protección en las granjas ganaderas europeas y españolas.

La calidad, trazabilidad y seguridad alimentaria son otros puntos fuertes del modelo de producción europeo que influye en que los lácteos elaborados en el mercado interior tengan cada vez más proyección internacional gracias a las garantías que ofrecen a los consumidores más exigentes de países todo el mundo.

Precisamente, estos son valores que trata de comunicar la campaña europea “Cuenta con los productos lácteos europeos” impulsada por la Organización Interprofesional Láctea (InLac), sin olvidar la divulgación de las propiedades beneficiosas de los alimentos lácteos en el marco de una dieta equilibrada y variada, como la mediterránea, acompañada de práctica de ejercicio regular. Expertos de referencia, que forman parte del Comité de Sostenibilidad Láctea (el órgano conformado por expertos de referencia que asesora esta campaña), explican cómo este modelo de vanguardia tiene premio en términos de internacionalización.

“¿A dónde han recurrido los consumidores chinos cuando, asustados por las muertes de recién nacidos, exigieron productos de la máxima calidad, trazabilidad y garantía? A la leche europea. ¿A dónde recurren los consumidores de todo el mundo que pueden cuando quieren agasajarse con lácteos, quesos en particular, que les ofrezcan sabor, originalidad, diversidad con plenas garantías? A los productos europeos”, indica el doctor ingeniero agrónomo Tomás García-Azcárate, gran conocedor del sector agroalimentario europeo y mundial.

“No es que lo diga yo, es que lo dicen cada día en todo el mundo millones de consumidores que escogen nuestros lácteos. Tenemos un tesoro y no siempre somos plenamente conscientes de ello”, explica. “Es cierto que nuestros costes de producción son más elevados, entre otras razones por el alto nivel de exigencia en el que tienen que trabajar nuestros ganaderos. En consecuencia, la leche europea no es la más barata del mundo.  Pero también es verdad que, a pesar de ello,  cuando pueden los consumidores exigen nuestros productos y los meten en su carro de la compra”, agrega García-Azcárate.

Pero el mundo “no para de moverse”. En su opinión, el liderazgo mundial conseguido en términos de calidad higiénico-sanitaria y de sabor de la leche europea, bienestar animal y respeto del medio ambiente “debe consolidarse y revalidarse todos los días”. “Hoy, los grandes retos en los que el conjunto del sector ya está trabajando pasan, por un lado, por mejorar la alimentación de los animales movilizando más los recursos locales disponibles y, por otro, por contribuir mejor a la mitigación y adaptación al cambio climático. Siempre se puede mejorar. Siempre se debe mejorar”, concluye García-Azcárate.

CONSUMIDOR, MEDIO AMBIENTE Y SOSTENIBILIDAD

El doctor ingeniero agrónomo por la Universitat Politècnica de València y subdirector del Departamento de Ciencia Animal en el Instituto Universitario de Ciencia y Tecnología Animal, Fernando Estellés, apunta, asimismo, que una de las ventajas del modelo de producción europeo es que lleva muchos años trabajando de acuerdo con las exigencias de los consumidores en términos de seguridad alimentaria, calidad de los productos, impacto ambiental y bienestar animal. “Este modelo asegura unos estándares muy elevados para todos estos ámbitos”, comenta.

“Este modelo productivo debe generar un valor añadido a los productos europeos a la hora de su comercialización, tanto dentro como fuera de la UE, poniendo en el mercado unos productos acordes a los consumidores más exigentes”, señala Estellés. Además, pese a disponer de unos estándares productivos muy elevados, “éstos se encuentran en constante evolución, lo que conlleva una transformación continua del sector para mejorar aún más los aspectos mencionados”.

“Hoy en día, la trazabilidad, control y eficiencia en la producción de lácteos en los sistemas europeos es de las más elevadas del mundo. Esto se apoya en un elevado nivel de bienestar animal y salud y genera, a su vez, una mayor eficiencia ambiental minimizando el impacto por unidad de producto”, apostilla Estellés.

En similar sentido abunda David R. Yáñez, doctor en veterinaria e investigador científico del CSIC: ‘La Unión Europea ha ido elevando en los últimos años el nivel de exigencia en materia de seguridad alimentaria, impacto ambiental y bienestar animal en sus sistemas de producción láctea, lo que ha permitido que sea referente a nivel internacional”. A juicio de Yáñez, “el marco legislativo del modelo europeo ha servido de inspiración para el desarrollo de modelos en otros continentes que apuestan por elevar sus propios estándares como respuesta a las demandas de sus consumidores”.

“El sector ha mejorado mucho, tanto en términos de eficiencia, como en concienciación de los propios productores. Pero tenemos el reto de mejorar aún más, producir de forma más eficiente y con menos contaminación, en todas las actividades económicas, y es ahí donde tenemos que seguir avanzando en el futuro”, afirma, por su parte, el doctor ingeniero agrónomo y director del ICTA- Instituto de Ciencia y Tecnología Animal de la Universitat Politècnica de Valencia, Salvador Calvet.

CAMPAÑA EUROPEA “CUENTA CON LOS PRODUCTOS LÁCTEOS EUROPEOS”

Esta campaña europea trata, en este contexto, de informar desde una perspectiva científica de los valores que hay detrás del sector lácteo europeo, en el plano medioambiental y también nutricional.

“Queremos lograr que nuestro público cuente en su alimentación diaria con los alimentos lácteos europeos y que tome al menos 3 lácteos al día: leche, queso y yogurt… Que los consumidores sean conscientes de que sus decisiones de consumo no solo cuentan para ellos, también cuentan para toda la sociedad, cuentan para el Planeta y para el futuro de un sector comprometido con sus consumidores y con la sostenibilidad”, ha recordado el presidente de InLac, Ignacio Elola.

España es una potencia en la producción de leche, queso y yogur de extraordinaria calidad. En general, el sector lácteo (vacuno, ovino y caprino) factura unos 13.000 millones de euros al año y genera 60.000 empleos directos. Solo las industrias lácteas suponen 9.500 millones de euros al año de volumen de negocio y emplean a 30.000 personas.

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