Ubicado en el término municipal de Puerto Real (Cádiz) con vistas a la Bahía gaditana pero en un enclave agrícola privilegiado que ha sido habitado desde el neolítico, la Casa Rural Cortijo de Guerra es un claro ejemplo de cómo es posible mantener unida la tradición con la innovación y la sostenibilidad, en un proyecto agroturístico basado en el respeto a la naturaleza y la agricultura ecológica.

Tras una actividad ganadera y agrícola de muchas décadas, la finca Cortijo de Guerra cuenta con la certificación de producción ecológica SOHISCERT desde 2012. Basan su gestión y producción agroalimentaria en el respeto al medio ambiente, la utilización de métodos naturales, la preservación de recursos naturales y una producción conforme a las preferencias de los consumidores por alimentos obtenidos a partir de sustancias y procesos naturales, convirtiéndose en un referente del sector.

Pero los tiempos cambian y, poco a poco, se ha ido transformando en otro referente del agroturismo, donde se ha sabido compaginar los más de doscientos años de antigüedad de su actividad agraria con un nuevo modelo sostenible de turismo rural y de ocio.

DOSCIENTOS AÑOS DE HISTORIA AGROPECUARIA PERO CON ASENTAMIENTOS ROMANOS

Restos arqueológicos encontrados muestran que Cortijo de Guerra se sitúa sobre un antiguo asentamiento y que desde época romana, si no antes, tuvo actividad humana de importancia. Pero el Cortijo, como finca agrícola, se re­monta a mediados del siglo XVIII, cuando Don Francisco Guerra de la Vega, burgués santan­derino y comerciante naval afincado en Puerto Real, compra tierras de cultivo colindantes has­ta formar una vasta propiedad a la que llamó “Hacienda Guerra”.

La casa principal data aproximadamente del 1780, con características rurales y carente de elementos ornamentales, cons­tituye un ejemplo de transformación y moder­nización de una finca con actividad agropecuaria, mante­niendo los valores de la construcción original.

Fue a mediados del siglo XX cuando la familia Scully se hizo cargo de la finca, innovando en su gestión agrícola y ganadera, hasta hoy día. Actualmente predominan los cultivos de se­cano y hortícola pero tuvo una gran extensión arbórea, vinícola y de olivar, de la que aún se conserva parte.

Pero los tiempos cambian y la finca Cortijo de Guerra se ha convertido ahora en un alojamiento rural, centro ecuestre y explotación agrícola ecológica situada en la campiña de Puerto Real.

El Cortijo tiene siete habitaciones de las cuales son: cuatro acogedoras habitaciones dobles, dos cómodos apartamentos de un dormitorio y una amplia suite familiar.

Junto a los jardines, disponen de cuatro confortables casitas de dos dormitorios, baño, salón y cocina totalmente equipadas. Combinamos tradición y modernidad en unas instalaciones pensadas para la relajación y el disfrute en plena naturaleza rodeados de huertos y jardines de ensueño.

Ubicado en un paraje excepcional, los colores presentes son el blanco de las construcciones, combinado con los verdes de la vegetación y los ocres del suelo. Se trata de un paisaje caracterizado por la estacionalidad, haciendo cambiar las tonalidades y texturas del conjunto según la época del año.

Esto permite a sus visitantes disfrutar de los paseos a pie por la naturaleza en el interior de la finca, isitar la huerta ecológica, hacer equitación, montar en bicicleta, jugar al tenis o realizar yoga y meditación en una sala o al aire libre.

Asimismo, proponen rutas culturales, gastronómicas, vinícolas o disfrutar de entornos naturales y de paradisíacas playas de la provincia.

Y como complemento, la Casa Rural Cortijo de Guerra dispone de una tienda con los productos ecológicos de temporada que ofrecen sus propios s campos de cultivo, donde se puede encontrar productos de empresas locales de la provincia de Cádiz que comparten su pasión por la comida gourmet, natural y deliciosa.

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