Los investigadores determinaron la forma en que la cantidad de sodio consumida por las personas afectó el riesgo de enfermedad cardiovascular, comparándolos con los riesgos de personas que no consumen más de 1.000 miligramos de sodio por día.
Casi un millón de muertes, el 40 por ciento del total, fueron fallecimientos prematuros entre personas de menos de 69 años de edad. El 60 por ciento de las muertes ocurrió entre los hombres; los ataques cardiacos causaron el 42 por ciento de las muertes y los infartos cerebrales el 41 por ciento.
Entre los treinta países más grandes del mundo los que tienen las tasas de muerte más altas debido al consumo de sodio, según este estudio, figuran Ucrania, con 2.109 por cada millón de adultos; Rusia con 1.803 y Egipto con 836.
Entre todos los países los tres con las tasas más bajas de muertes vinculadas al consumo de sodio fueron Qatar, con 73 por millón de adultos, Kenia con 78 y los Emiratos Arabes unidos con 134.
Estados Unidos figura en el puesto 19 entre los 30 países más grandes con 429 muertes por millón de adultos debidas al consumo excesivo de sodio.
Un segundo estudio presentado a las Sesiones Científicas de la Asociación Cardiaca de EE.UU., lo encabezó Joyce Maalouf, del Centro nacional para la Prevención de la Enfermedad Cardiaca Crónica y encontró que las comidas y bocadillos envasados que se venden para niños pequeños tienen un alto contenido de sodio.
Este primer estudio del contenido de sodio en las comidas preparadas para bebés menores de un año de edad y de infantes de uno a tres años de edad, comparó el contenido de sal de 1.115 productos.
Se definió un producto con alto contenido de sodio si tenía más de 210 miligramos por porción. En algunos casos las comidas para infantes mostraron contenidos de sodio de hasta 630 miligramos por porción, esto es 40 veces por encima del límite diario de 1.500 miligramos recomendado por la Asociación Cardiaca de EE.UU.
"Nuestra preocupación es el posible riesgo a largo plazo para la salud por la introducción de altos niveles de sodio en la dieta de un niño, que puede llevar a la alta presión sanguínea, como asimismo el desarrollo de una preferencia por las comidas saladas desde la infancia", indicaron los investigadores.