El ciclo vegetativo estuvo caracterizado por la sequía generalizada del verano, aunque puntualmente las lluvias hicieron acto de aparición en dos momentos clave, como son la elongación de los pámpanos y el inicio de la maduración, añaden.
Pero las precipitaciones registradas a principios de octubre, junto con las favorables condiciones de iluminación, así como de temperatura diurna y nocturna, permitieron que la maduración de las bayas culminara finalmente de manera uniforme; y que la recolección de 86.164.000 Kg de uva sana y de alta calidad, fuera escalonada.
"Una campaña más, el viñedo y la gestión vitícola que se realiza en la Ribera del Duero vuelven a demostrar su capacidad para hacer frente a una climatología extrema y completar su desarrollo vegetativo de forma vertiginosa", apostillan.
Han remarcado que los vinos de esta cosecha "presentan una buena intensidad colorante, teñida de tonos púrpura, con evidente intensidad polifenólica y adecuado nivel de tanino de calidad".
Los integrantes del Comité de Calificación de la Cosecha han destacado de los vinos de la añada 2012 "la potente y amplia tonalidad cromática, su gran perfil aromático y el tanino amable y maduro. Son vinos perfectos para trabajar su envejecimiento".
De este Comité forman parte cada año profesionales de prestigio, especialistas en análisis organoléptico, profesores universitarios, restauradores o críticos vinícolas, entre otros.