El Día Mundial del Agua se nos presenta como marco propicio para pararnos a reflexionar como sociedad en el uso que hacemos de un recurso tan vital para nuestra existencia como es el agua. Teniendo en cuenta que nos encontramos además dentro del Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua, declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, es aún más importante, si cabe, tomar conciencia de la necesidad que tenemos de cooperar unos con otros, entre países y ciudadanos para prevenir las futuras crisis del agua que se nos avecinan. Este es el principal objetivo de la ONU, quien en aras de la cooperación insta a los líderes a poner el tema del agua en el centro de las agendas para garantizar “la seguridad hídrica” y un futuro sostenible.
A pesar de ser España uno de los referentes mundiales en gestión eficiente del agua, todavía tenemos mucho que avanzar en materia de ahorro. En nuestro país se extraen 699 metros cúbicos de agua dulce al año, computando todos los usos (municipal, industrial y agrícola), una cantidad muy elevada ya que según un estudio de la Asociación de Empresas de Tecnología Española del Agua (AFRE), podríamos llegar a ahorrar hasta un 35% de ese agua, lo que nos situaría en 455 metros cúbicos (o su equivalente 1.247 litros por persona y día). Para ello es necesario contar con la implicación de la sociedad en general, así como con las instituciones públicas y privadas competentes.
Convencidos de que este ahorro de agua traerá al país crecimiento económico, la asociación considera necesario promover entre la Administración medidas que favorezcan la inversión en I+D+I y la generalización de las tecnologías ahorradoras de agua. La crisis económica no debe ser un impedimento para ello, pues la inversión traerá consigo un aumento de la competitividad de nuestras empresas a nivel internacional, generando empleo y crecimiento.
Sin embargo, también se hace inevitable el compromiso por parte de la ciudadanía de hacer un uso más responsable del agua. Datos como que 2.500 millones de personas en el mundo no disponen todavía de agua potable y otros 1.500 millones de personas no tienen fácil acceso a ella deberían ayudarnos a comprender y valorar la importancia del agua en nuestras vidas.
España cuenta con una de las huellas hídricas más altas del mundo, lo que se traduce en un consumo de 2325 metros cúbicos de agua al año por persona, el equivalente a una piscina olímpica. Campañas de concienciación, de formación e información son necesarias para conseguir entre todos llegar a ese 35 % de ahorro. Más aún, si tenemos en cuenta los datos de la huella hídrica alimentaria, pues hemos de saber que la mayor parte del agua que bebemos está incorporada en los alimentos que consumimos: producir 1 kilo de carne de vacuno, por ejemplo, consume más de 15.000 litros de agua y 1 kilo de arroz se “bebe” 2.500 litros. Para un litro de leche se necesitan 1.000 litros de agua y para un litro de cerveza, 300. Si hablamos de la producción textil, podemos decir que para conseguir 1 kilo de algodón es necesario usar 10.000 litros de agua.
Por todo ello, se hace cada vez más imprescindible la aplicación de buenas prácticas y uso de tecnologías eficientes para el ahorro del agua en los diferentes sectores (agricultura, industria, ciudad, turismo, etc.). Tan solo el sector agrícola se lleva en España el 60% del agua dulce disponible.
Para contribuir a estos fines, se ha creado la Escuela del Agua- Escuela de Negocios del Agua (EA-ENA), que estará en marcha a finales de septiembre de este año. Esta Escuela está dirigida a directivos, ejecutivos y emprendedores del sector del agua, así como a la formación de profesionales y técnicos en la gestión inteligente del agua en los diferentes sectores y actividades económicas. En ella están involucradas universidades, empresas y escuelas de negocios de reconocido prestigio, que apuestan por una formación especializada, dada la necesidad de contar cada vez más con profesionales mejor cualificados dentro del sector.