Hoy es un día a media sonrisa, se da luz verde a las obras de los pasos en rambla del Cañuelo, el agua de la balsa del Sapo podrá seguir saliendo hasta el mar y las personas andando, en bici, en coche, a caballo o en patinete…..podrán circular libremente por las carreteras del municipio de Roquetas de mar.
Quién iba a pensar que una situación tan justa como es ayudar a los agricultores y vecinos de la Cañada de las Norias pudiese ocasionar otra situación tan injusta como es impedir la libre circulación de personas, entre los que se encuentran muchos agricultores y trabajadores del campo, por municipio del territorio europeo ¿no es precisamente lo contrario el cimiento del Tratado Fundamental de la Unión Europea?
Lo cierto es que, lejos de buscar los cinco pies al gato, es necesario agradecer al alcalde de Roquetas de Mar y al Delegado de Agricultura y Medio Ambiente de Almería el que hayan alcanzado un acuerdo para solucionar una situación de injusticia social que afecta a los dos municipios más importantes, en cuanto a población se refiere, de la provincia, El Ejido y Roquetas de Mar.
También es necesario reconocer la paciencia que están teniendo los ciudadanos y en especial los agricultores, que han primado la necesidad de desembalsar agua a la de acceder a las explotaciones agrícolas por los medios habituales.
Y puestos a reconocer, tengo la tentación de hablar del papel tan importante que está jugando ASAJA en todas estas acciones, tanto en la de las negociaciones entre las dos administraciones, en las de interlocución entre los agricultores de una y otra zona y de estos con ambas administraciones, local y regional.
Pero no se preocupen, no lo voy a hacer. Precisamente uno de los principios de nuestra Asociación es trabajar en “silencio”, entiéndanme bien, para que aquellos que representamos puedan obtener un resultado positivo a sus peticiones y sobre todo, como en el caso que nos ocupa, que las peticiones estén llenas de razón y la prudencia sea el valor más importante por parte de los intervinientes.
Es por ello que hemos “tirao” del refranero español, sabio como siempre, y creemos que a ASAJA se le reconocerá con el tiempo las largas horas de trabajo que numerosos miembros de esta asociación están dedicando a solucionar el problema de estos ciudadanos y agricultores ejidenses y roqueteros, pero también de mojoneros, vicarios y en general de todo el poniente almeriense.
Y para aquellas personas que, con sus acciones declaran sus objetivos, que se apuntan a un “bombardeo”, incluso poniendo en peligro el buen trabajo de los demás, sólo tenemos que ofrecerles compasión. La compasión es la mejor medicina para los que mienten, para los que manipulan y para los que ponen en peligro el bienestar de los demás.