Desde el sector, han admitido que ha habido avances y que el pacto "flexibiliza" las propuestas iniciales de la Comisión Europea (CE) sobre la PAC, especialmente en los aspectos "más radicales" relacionados con la aplicación del nuevo sistema de pago por hectárea.
Han valorado que el Consejo apoye limitar la superficie elegible para el cobro en las ayudas a la que se declaró en 2011, de forma que esa extensión no se "desbordará" y quedaría en torno a los 22 millones de hectáreas.
Sin embargo, temen que esa superficie se extienda demasiado, porque en la práctica implica que se reduzca el importe del pago por hectárea.
Cooperativas pide mejoras en la volatilidad de los precios
Cooperativas Agroalimentarias ha manifestado, en un comunicado, que el acuerdo ha sido poco ambicioso respecto a la regulación de los mercados y a medidas para aumentar el poder del agricultor o ganadero frente a las industrias o supermercados.
En este sentido, ha pedido que en las negociaciones finales se "mejoren" aspectos como las actuaciones contra la volatilidad de precios, el derecho de la competencia o las condiciones de las organizaciones de productores, en los que a su juicio el Parlamento Europeo defiende ideas "más realistas".
Moderado optimismo en ASAJA
La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) ha planteado, en un comunicado, que el acuerdo permite a España afrontar con "moderado optimismo" los debates con las otras instituciones de la Unión Europea para reformar la PAC.
El presidente de Asaja, Pedro Barato, ha señalado que España "está en mejores condiciones de negociación que hace unas semanas", también en referencia a la reciente postura aprobada por la Eurocámara.
No obstante, la organización agraria ha advertido de que quedan cuestiones de importancia que deben mejorar, como la prórroga del régimen de azúcar hasta 2020 (el acuerdo fija hasta 2017), la actualización en los precios para la intervención o más flexibilidad en los requisitos ecológicos para cobrar las ayudas.
COAG ve "más oscuros que claros"
El secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Miguel Blanco, ha declarado a Efeagro que el acuerdo flexibiliza las propuestas sobre la reforma, pero tiene "más oscuros que claros".
Blanco ha criticado que no se haya definido lo que es "agricultor activo", "algo básico para un reparto más justo" porque en España hay "un millón de perceptores de ayudas", a su juicio un número que no se corresponde con los verdaderos "profesionales" del campo.
Ha lamentado que se confirme el final de las cuotas lecheras o de los cupos azucareros y ha incidido en que no se han delimitado regiones agronómicas, algo "imprescindible", según COAG, para gestionar la diversidad agraria.
Para UPA, "no es malo" pero queda mucho por decidir
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha apuntado, en un comunicado, que el acuerdo "no es malo, aunque todavía queda mucho por decidir", y que "ahora empieza la verdadera negociación".
Según UPA, en las negociaciones, que podrían concluir en julio, hay todavía "opciones para introducir las modificaciones que necesita el campo español", como la definición del productor activo o las hectáreas admisibles.
También ha defendido un "techo" de ayudas por explotación que permita que la PAC "se destine a los verdaderos profesionales del campo y no a los agricultores de sofá", según el comunicado.