Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha ha estimado que la cosecha de almendra en toda la región sufrirá una disminución del 65 por ciento, tras los «severos» daños de las heladas del pasado mes de abril.

En nota de prensa, la organización agraria ha informado de que la Mesa Regional de Frutos Secos, integrada por Cooperativas, Asaja, UPA y COAG y la Asociación Española de Organizaciones de Productores de Frutos Secos y Algarrobas (Aeofruse), ha previsto una caída en la cosecha de almendra de 4.132 toneladas, mientras que en la campaña anterior se recolectaron 12.020 toneladas.

Esta disminución ha sido provocada por las heladas registradas entre el 1 y el 4 de abril de 2022, a lo que se suman los problemas de falta de cuajado por las constantes precipitaciones caídas y los problemas fúngicos que se producen de forma generalizada por la elevada humedad en el ambiente y presencia de agua.

En este sentido, el portavoz de Frutos Secos de Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha, Emilio Galdrán, ha señalado que estas circunstancias hacen que, para el sector, sea un año «tremendamente malo».

Asimismo, ha lamentado que la climatología «ha castigado mucho» y se han dejado de tratar los árboles, al tiempo que, de forma paralela, en la sierra de Albacete las cabras y los ciervos comen las plantaciones en época de sequía.

Además, ha advertido de que esta situación no solo afecta a la cosecha de este año, sino a la de años futuros, y que el sector ya arrastra cosechas bajas anteriores, por lo que aunque cuentan con existencias de la campaña anterior, la leve subida de precios no compensará la falta de producción en las cooperativas.

La superficie de producción de almendro en Castilla-La Mancha se sitúa en 99.683 hectáreas de secano y 16.826 de regadío, lo que hace un total de 116.509 hectáreas.

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