Una vez confirmado el reparto de agua entre los agricultores que dependen de la cuenca del Guadiana, desde UPA-UCE denuncian las reducciones tan severas del agua para el riego que van a sufrir los agricultores de dicha cuenca, obligándoles a dejar gran parte de sus tierras sin sembrar en esta campaña.
“Las pérdidas económicas serán gravísimas para todos los regantes afectados”, lamentan desde UPA-UCE, a la vez que insisten en la necesidad de que se liberen fondos de desarrollo rural para paliar “el desastre” que esto supone para miles de familias extremeñas afectadas por las restricciones de agua para el riego.
Desde esta organización agraria recuerdan que las pérdidas en el regadío ya superan los 112 millones de euros, por eso instan a la administración regional y nacional a que se pongan en marcha ayudas equiparables a las pérdidas reales de los agricultores extremeños. “La Junta y el Ministerio tienen que agilizar los trámites con Bruselas porque necesitamos que estas ayudas se autoricen cuanto antes”, reclaman desde UPA-UCE.
“Las explotaciones extremeñas están atravesando una situación muy difícil debido a la sequía y las respuestas no pueden tardar en llegar porque el campo no puede aguantar más tiempo en esta tesitura”, apuntan desde UPA-UCE.