Al margen de cómo se haya aprobado la reforma laboral, lo cierto es que en el campo no ha sentado nada bien el visto bueno del Congreso. Todas las organizaciones agrarias han sido críticas en sus reacciones a la reforma laboral, ratificado no solo el perjuicio que va a representar para el sector agrario, con más gastos en un momento en el que los costes de producción están disparados, sino por el hecho de que al ser tramitada como proyecto de ley no se va a poder ajustar a las necesidades reales del sector agrario
Así, Unión de Uniones considera que la Reforma Laboral convalidada en el Congreso no se adecua a las necesidades de contratación para el sector agrario y por ello lamenta que finalmente no se tramite como un proyecto de ley, tal y como la organización había solicitado a los Grupos.
Para la organización, la Reforma pretende reducir la temporalidad en el empleo. «El problema nos surge» aclaran desde Unión de Uniones «cuando la estacionalidad del trabajo es algo intrínseco a la actividad como nos sucede en el sector agrario, por los ciclos productivos naturales». La organización se dirigió en su momento al Ministerio de Trabajo para ofrecerse a discutir la nueva regulación y llamar la atención sobre las especificidades de la actividad agraria en materia de contratación, sin que se recibiera respuesta a esta oferta y considera que la norma se ha negociado de espaldas al sector.
Para Unión de Uniones la Reforma no tiene en cuenta, al limitar a 90 días los contratos temporales de circunstancias previsibles de producción, la estructura de las explotaciones agrarias, que necesitarían de una excepción de dicho límite en el Sistema especial por cuenta ajena agraria para incrementar hasta los 120 días ese tipo de contratos.
Esto, junto con la resolución de ciertas dificultades introducidas por la Reforma en relación a los llamamientos por parte de la empresa a los trabajadores agrícolas, que muchas veces no tiene residencia o contacto fijos; así como la modificación del Estatuto de los Trabajadores para reforzar la acreditación de la representación empresarial en la negociación de los convenios colectivos del campo; serían medidas que Unión de Uniones considera que se deberían haber podido ajustar en el texto.
Por eso la organización se dirigió por escrito a todos los Grupos para que solicitasen y apoyasen la tramitación de la Reforma como proyecto de Ley sujeto a posibles enmiendas en las que mejorar la adecuación de la Ley al Sector Agrario. Unión de Uniones, en sus reacciones a la reforma laboral, lamenta que no haya sido así, pero insistirá en la modificación de la Ley en otros procedimientos legislativos futuros que se aborden en la Cámara.
DESDE JARC COAG SE RECUERDA QUE EL CAMPO NO PUEDE LA CONTRATACIÓN CON MUCHO TIEMPO DE ANTELACIÓN
Desde Joves Agricultors i Ramaders (JARC) de Catalunya lamenta que se haya aprobado la reforma laboral sin tener en cuenta las necesidades del sector agrario, que tiene una alta contratación laboral temporal por sus especiales circunstancias.
Para la organización, en sus Reacciones a la reforma laboral, las modificaciones que implica esta reforma afectan principalmente al sector agrícola, por lo que se refiere a las campañas de siembra, aclarada y, sobre todo a la recolección. La dificultad estriba en el hecho que en el campo no se puede prever la contratación con mucho tiempo de antelación, porque la producción dependerá de circunstancias meteorológicas imprevisibles y otros factores sobrevenidos.
Los contratos de naturaleza estacional y cíclicos de corta duración son necesarios para las campañas agrarias con una temporalidad muy concreta, pero la entidad apunta que este hecho no implica precariedad. Los trabajadores temporeros encadenan diferentes campañas agrarias en todo el estado español. Esta gran movilidad se traduce en que muchos de ellos no disponen de una residencia fija, y a menudo cambian de teléfono, hecho que dificulta a los empresarios agrarios mantener el contacto en futuras campañas.
Finalmente, con relación a la modalidad de contrato fijo-discontinuo, la entidad lo defiende porque refuerza la estabilidad, sin embargo, no cubre todas las necesidades de la agricultura estacional, como pueden ser la de la fruta o la viña. “Si esta modalidad no se utiliza más”, apunta Osvald Esteve, representante de la sectorial de Laboral de JARC, “es porque en el campo se renuevan mucho las plantillas. Muchos trabajadores inicialmente lo ven como una oportunidad, pero como que es una actividad muy exigente físicamente, muchos la dejan cuando encuentran otra oportunidad laboral”.
PARA ASAJA ES UN «DISPARATE QUE NO CONTEMPLA LA REALIDAD DE LAS CAMPAÑAS AGRARIAS EN NUESTRO PAÍS»
Por su parte, dentro de las reacciones a la reforma laboral, el presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha calificado de “disparate” la reforma laboral aprobada Para la organización agraria, esta reforma “no contempla la realidad de las campañas agrarias en nuestro país” porque el campo tiene como condición intrínseca la temporalidad al estar condicionada la actividad agrícola a una duración determinada ―según épocas de recolección y otras casuísticas como el clima o la mayor o menor producción―.
También, influye que su desarrollo se hace a la intemperie y los trabajadores circulan por diferentes explotaciones, lo que no significa precariedad de los contratos, sujetos a convenio, sino que la mano de obra que se requiere es la eventual. Por tanto, no adaptar la reforma laboral a esa realidad “penaliza e incrementa los costes de producción, ya de por sí desproporcionados que tiene el sector agrario, así como las dificultades de gestión”.
Tras insistir en que “que no se adapta a la realidad del campo y derivará en una pérdida de empleo”, señala claramente que “son cómplices de este ataque al campo todos los ministros, los partidos políticos y organizaciones sindicales y empresariales que han apoyado esta reforma laboral”, ha subrayado Fernández de Mesa, quien considera que “es injusto, desleal e inadmisible, pues parece que no hay sentido común, que se desconoce cómo funciona la actividad empresarial en el campo, que hay mala fe y que se quiere hacer daño a nuestro sector”.
Para Asaja, la reforma laboral perjudica no sólo del sector agrario, si no a la economía de todas las personas que habitan en el mundo rural. Por tanto, asegura que “desde Asaja vamos a seguir trabajando para que se regule adecuadamente sobre la estacionalidad estructural del sector”.
Cuando legislas, en contra de cómo funciona una parte de la sociedad y la economía, el tiro puede salir por la culata. Consecuencias B y paro.
A mí ya me la han aplicado,la reforma al paro