La organización agraria ASAJA León considera que las declaraciones del presidente de la Diputación de León, Eduardo Morán, respecto a la peor calidad de la carne que proviene de las vacas que se explotan en la montaña leonesa y que no están inscritas en libros genealógicos, es una apreciación personal falta de todo rigor científico, que bien podría haberse ahorrado como representante de una institución pública, y que al pronunciarlas se pone a la altura del ministro Garzón. Las vacas de la mayoría de las explotaciones ganaderas leonesas son de razas cárnicas puras o cruzadas y por lo tanto con distinto nivel de pureza racial, pero por lo general no están inscritas en los libros genealógicos, hecho por el cual, según el Presidente de la Diputación de León, su carne es de peor calidad.
Por otra parte, plantear que los terneros pasteros lleguen a la cadena de sacrificio “como producto final” sin rematar el engorde en un cebadero de dentro o fuera de la explotación, como se indicaba en la nota de la Diputación, es simple y llanamente desconocer la realidad del mercado de la carne. Otra ocurrencia que, en opinión de ASAJA, bien podría haberse evitado.
ASAJA no tiene nada que objetar a un intento de selección genética, en manos de la Universidad de León, por obtener un patrón racial de vaca de aptitud cárnica, similar a lo que fue la extinta vaca Mantequera Leonesa, y a que la Diputación financie el coste del proyecto, sin entrar a valorar su importe. Si alguna vez se consigue dicho objetivo, esa nueva raza autóctona será una alternativa más en manos de los ganaderos, y será los ganaderos los que decidan, en función del manejo y de los resultados económicos, en función de lo que demande el mercado, qué raza explotar.
El ganadero leonés ya está ofreciendo al mercado carne de calidad, como bien se le ha recordado estos días a otro “metepatas” como es el ministro Garzón. Ofrecemos carne de calidad con toda la diversidad que permiten las distintas razas y los distintos sistemas zootécnicos, adaptándonos a las exigencias de un consumidor que es el que manda, cuando no a las de las carnicerías y lineales de distribución, y siempre cumpliendo con una normativa que garantiza el bienestar animal y la salubridad del producto final. Las ocurrencias, consejos y medidas políticas del Presidente de la Diputación, para que los ganaderos produzcan carne de calidad, sobran, o si se quiere entran dentro de eso que el propio Presidente llama “competencias impropias”.
Jajajaja, si una vaca está inscrita si es apta, si no no es apta jajajaja k cinicos e hipocritas… si todos sabemos cómo funciona esto, los funcionarios de la institución si son unos vendidos o amigos de firman lo k haga falta… así k lo de siempre, si tienes padrino te bautizas, si no, a la perrera.