La Asociación Interprofesional de Carne Avícola (Avianza) ha asegurado que, en caso de producirse algún brote de gripe aviar o zona afectada, las empresas «están preparadas para responder de forma precoz, coordinando con las autoridades las actuaciones necesarias para acotar su incidencia y repercusiones».
En un comunicado remitido a Efegro por su portavoz, Jordi Montfort, hace referencia a la detección del virus de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP) H5N1 en varias aves silvestres que han sido halladas muertas en el río Segre, a su paso por Soses (Lleida).
Ha recordado que, a pesar de este evento, España está declarada como país libre de influenza aviar y la prioridad de Avianza es mantener ese estatus.
Los casos aislados detectados se han producido por ahora en ejemplares silvestres, con capacidad migratoria, y por lo tanto expuestos al contacto con animales de terceros países; así que no hay casos detectados en granjas de aves para consumo, ha incidido.
DEFIENDE «ESTRICTOS PROTOCOLOS DE VIGILANCIA, MEDIDAS DE BIOSEGURIDAD Y COORDINACIÓN ENTRE LOS PROFESIONALES» DE LAS GRANJAS, VETERINARIOS Y ADMINISTRACIONES
Según han recordado, las industrias cárnicas, ante la posibilidad de algún brote de gripe aviar, cuentan con «estrictos» protocolos de actuación ante este tipo de situaciones, en coordinación con las administraciones públicas nacionales, como el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), e internacionales, a través de la Comisión Europea, o la OIE, al tratarse de una enfermedad de declaración obligatoria.
Montfort ha resaltado que existe una labor «permanente» de monitorización y coordinación de respuesta con las autoridades públicas, además de «estrictos protocolos de vigilancia, medidas de bioseguridad y coordinación entre los profesionales» de las granjas, veterinarios y administraciones públicas.
En este sentido, ha lanzado a los consumidores un mensaje de «confianza» de la industria avícola española y sus productos, «ya que no es una enfermedad que se transmita al hombre».
Montfort ha apuntado que los centros de producción y de procesamiento son instalaciones de «máxima» bioseguridad, donde la crianza de pollos y carne avícola en general se produce en condiciones de control «permanente de su salud, así como aislamiento de posibles amenazas externas».
En el caso de explotaciones de pollo de corral, las medidas en materia de sanidad y de bienestar animal, así como de bioseguridad y control de la salud de los animales, «también siguen protocolos adaptados de prevención y detección, por lo que podemos lanzar un mensaje de confianza sobre este tipo de productos».