LA UNIÓ de Llauradors ha hecho un llamamiento a las cooperativas y comercios para que ofrezcan un precio justo a los productores de caqui en esta campaña, ante el importante descenso de cosecha debido a los diferentes episodios de tormentas con pedrisco de los últimos meses y a los efectos de las plagas en el cultivo.
La merma de producción será muy importante esta campaña y se confirma cada vez más día a día, lo que dejará menos kilos comercializables de caqui y muchos campos sin recolectar. Si a principio de septiembre se hablaba de un 20% menos de producción sobre una campaña normal, ahora las cifras son ya sin duda mucho más elevadas. Ante esta situación, LA UNIÓ insta a los operadores comerciales a que trasladen a las cadenas de distribución la necesidad de pagar unos precios aceptables para los productores.
“TODA LA FRUTA DE CALIDAD QUE VA A HABER EN EL CAMPO, SE DEBE REMUNERAR BIEN AL PRODUCTOR”
En este sentido, la organización no va a tolerar ningún tipo de excusas pues se trata de un cultivo que hasta la fecha no tiene competencia en los mercados procedente de países terceros, como sí ocurre con los cítricos. “En los lineales no tenemos competencia de caquis de otros países y por tanto nuestra producción debe primar y obtener una cotización justa”, señala Eduard Esparza, responsable del caqui de LA UNIÓ. Esparza afirma que “si detectamos prácticas fraudulentas o pagos por debajo de los costes de producción que pongan en peligro la evolución de la campaña, inmediatamente denunciaremos los casos ante la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA)”.
LA UNIÓ indica que los productores de caqui sufren, además de las pérdidas por la meteorología, un aumento desorbitado de los costes de producción para frenar las plagas, pues los productos autorizados no tienen la eficacia deseada y los depredadores para la lucha biológica son demasiado caros. Además, la subida de las tarifas eléctricas, el aumento del precio de fertilizantes o el de los envases o embalajes, entre otros inputs, tampoco ayudan.
Por todo ello, desde LA UNIÓ se insiste en que “toda la fruta de calidad que va a haber en el campo, se debe remunerar bien al productor, pues de lo contrario podemos encontrarnos con un abandono masivo de campos de caqui. Esta campaña los precios no pueden ser bajos de ninguna de las maneras y deberían llegar a los de hace unos años que hicieron del caqui un cultivo de futuro”.
Eduard Esparza exige a las diversas Administraciones más atención y sensibilidad hacia el cultivo del caqui. “Demandamos soluciones ante los problemas por los siniestros meteorológicos y de plagas que tiene el cultivo y, mientras no lleguen, se deberían conceder ayudas para mantener en pie nuestras explotaciones y evitar el desastre económico y medioambiental que representan los campos abandonados en nuestras zonas productoras”.