Fundación Global Nature y Sigfito presentan un documento para reivindicar una solución normativa que facilite la gestión de los residuos en la agricultura. En España, a pesar de que es el segundo país con mayor producción agrícola de Europa, no existen datos sobre cuántos residuos agrarios se generan, ni cuántos se gestionan correctamente. Según se indica en esta Guía de Residuos, es necesario un sistema que permita tener la trazabilidad de los residuos, y comprender dónde se generan, dónde se localizan los impactos potenciales y qué tipo de mecanismos hay que activar para evitarlos, al igual que se hace en otros países europeos.
Este estudio está concebido para ser la primera guía informativa sobre residuos agrarios, con el objetivo de que el agricultor, en un solo documento, tenga toda la información a su alcance para gestionar correctamente todos los residuos que genera en una explotación y cumplir con la normativa que se le exige, y así, evitar que se generen impactos o abandonos en los entornos rurales.
Si algo ha quedado patente en la crisis del Covid-19, es que la existencia de la agricultura es esencial para alimentar a toda la población. Pero para poder preservarla es igual de importante el cuidado del medioambiente, y evitar que se generen impactos que dañen a los cultivos. La agricultura genera múltiples residuos, pero a diferencia que cualquier otra actividad industrial, tienen unas particularidades distintas al resto. Los residuos agrarios están dispersos geográficamente y compuestos por distintos materiales. En una misma explotación se pueden generar desde envases agrarios, plásticos de invernaderos, acolchados, semilleros, entre otros.. Sólo los que están dentro de un sistema de recogida como los neumáticos, los aceites y los envases agrarios pueden ser depositados fácilmente en un punto de recogida, el resto de residuos tiene una gestión mucho más complicada.
QUÉ HACEN LOS AGRICULTORES CON LOS RESIDUOS
La ley actual de Residuos y Suelos Contaminados no permite que todos los residuos en la agricultura se gestionen conjuntamente, y por lo tanto, los agricultores no pueden depositarlos en puntos de acopio, están obligados a contratar a un gestor autorizado de residuos y a realizar diversos trámites administrativos que en la gran mayoría de los casos desconocen que tienen que hacer. Es necesario que la Adm inistración tenga en cuenta esta realidad en el sector agrario y simplifique la normativa para facilitar la gestión y fomentar la economía circular en el ámbito agropecuario.
Para testar el conocimientos de los agricultores sobre cómo gestionan sus residuos y recogerlas en la Guía, FGN y SIGFITO han realizado una encuesta a 300 productores, que, cuando se les ha preguntado sobre si piensan que los residuos agrarios se están gestionando bien, el 60 % reconoce que no. La gran mayoría comete errores sobre donde llevar los EPIS o el plástico de invernadero entre otros. Otros de los datos reveladores es que sólo un 5% de los encuestados reconoce haber recibido algún tipo de formación sobre cómo gestionar los residuos en la agricultura. Esta información manifiesta la necesidad de mayor esfuerzo en formación al sector, ya que la responsabilidad de gestionar bien los residuos recae en ellos.