Los treinta agricultores, entre los que se encuentran varias veinteañeras, un nutrido grupo de vecinos con edades comprendidas entre los 30 y los 50 años y un hombre de 80 años, podrán realizar en los huertos labores propias del campo, según han adelantado a Efe fuentes municipales.
No obstante, existe una particularidad importante y es que sus cosechas solo podrán ser destinadas al autoconsumo, a la donación, o al trueque entre los cesionarios.
El primero en hablar de huertos sociales en Plasencia fue el Grupo Municipal Socialista, cuyos miembros propusieron al Gobierno local el pasado mes de marzo la creación en la localidad de este tipo de huertos para que fueran gestionados por familias con todos sus miembros en paro, colectivos sociales y centros educativos.
Finalmente, el proyecto se ha ido conformando aunque con algunas variaciones importantes en relación al original defendido por los socialistas, entre otras el nombre, ya que se ha cambiado la denominación de "huertos sociales" por el de "huertos tradicionales extremeños".
La filosofía del proyecto también ha cambiado radicalmente, de tal forma que el Gobierno local defiende esta actividad como una "alternativa de ocio saludable" para aquellos vecinos que se interesen por la agricultura tradicional y ecológica y no como una forma de paliar las necesidades de familias en dificultades.