La alimentación también puede servir para combatir los síntomas de estas infecciones, que se ven reducidos con el consumo de productos que contengan, sobre todo, propiedades antioxidantes, ya que permiten reducir las toxinas provocadas por la infección, fortalecer el sistema inmune y además, ayudar a reducir el tiempo del resfriado o la gripe.

    Entre aquellos que se recomienda consumir, se encuentran los ricos en vitamina C, como la naranja, los limones o los pomelos; las verduras de hojas verdes oscuras como las coles o el brécol; y los que tienen vitamina A, como la zanahoria, el hígado o pescados como la caballa, que tienen propiedades antioxidantes.

    También es importante añadir a la cesta de la compra alimentos ricos en proteínas, como los frutos secos, las legumbres o la leche desnatada, ya que el déficit de esta sustancia puede aumentar el riesgo de padecer infecciones.

    La ingesta de líquidos es otra práctica muy importante, ya que beber mucha agua o zumos con propiedades antioxidantes como la naranja y el tomate, ayuda a evita la deshidratación, a la eliminación de mucosidad y a disminuir las toxinas.

    Según el estudio, ingerir estos alimentos es perfectamente extensible a todos los grupos poblacionales dentro de una dieta saludable y en cantidades equilibradas recomendadas en función del aporte calórico de cada alimento.

    Incorporando algunos de estos sencillos alimentos a la cesta de la compra habitual, siempre acorde a una dieta equilibrada, se consigue reducir el número de días los efectos y síntomas catarrales o gripales, según los expertos de AINIA

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