Todo el sector lácteo nacional lleva semanas denunciando los bajos precios de la leche en origen y la falta de renatbilidad del sector, pero todo puede ir a peor. El precio de venta al público de la leche envasada en tetrabrik está alcanzando valores bajísimos en algunas cadenas de supermercados regionales españoles, hasta alcanzar los 0,49 céntimos el litro, mientras que los ganaderos afirman desconocer quién de ellos puede vender tan bajo para hacer posible esta situación y denuncian que se vuelve a banalizar a la leche.

La cadena más agresiva es “Family Cash”, implantada principalmente en la Comunidad Valenciana y Andalucía, que comercializa leche de su marca blanca a 0,49 céntimos el litro en las tres elaboraciones que distribuye (entera, semidesnatada y desnatada), según datos recabados por Efeagro sobre precios en ventas presenciales. Esta marca, “Santé” la envasa Logística Alimentaria en su planta de Outeiro de Rei (Lugo).

VARIAS OFERTAS ENTRE 0,49 Y 0,55

Le siguen “Economy Cash”, que nació en 2016 en San Pedro del Pinatar (Murcia), que la vende a 0,52 céntimos en las tres variedades, y Cash Alhambra, que comercializa la entera a 0,53 y la semidesnatada y desnatada a 0,50 en su sede del Polígono Tecnológico de Ogíjares (Granada).

A continuación se sitúan Super Cash Sur, implantado básicamente en Andalucía, que vende las tres variedades de leche a 0,55 céntimos de euro, al igual que Alimerca, que opera en Asturias, Castilla y León y Galicia.

El secretario de Ganadería de la organización agraria UPA, Román Santalla, ha asegurado a Efeagro que ese tipo de acciones son una “pésima noticia” que “arrastran a la cadena y, en este caso, a los productores, que son quienes se arruinan”, a la vez que denuncia que se vuelve a banalizar a la leche.

Al ser preguntado quién puede vender así de bajo a los supermercados, rompiendo la cadena de valor y el mercado, no se pronunció claramente al efecto y señaló que los ganaderos nunca van a salir “de este pozo en el que nos hemos metido, no se dan cuenta de lo que cuesta todos los días producir un litro de leche para que la malvendan”.

Santalla ha considerado que los contratos “se han convertido en una herramienta para secuestrar la voluntad y la leche de los ganaderos españoles”, puesto que les obligan a vender en esas condiciones o, de lo contrario, se arriesgan a perder su producto, y ha pedido que se cumpla la legislación para que los precios se construyan “de abajo arriba” en la cadena de valor.