ASAJA Castilla-La Mancha ha planteado que la propuesta de la 9ª modificación del PDR (Programa de Desarrollo Rural) 2014-2020 de Castilla-La Mancha presentada por la Consejería de Agricultura debe contemplar una apuesta clara por el sistema productivo de la región.
Así se lo ha trasladado la organización agraria, como miembro del Comité de Seguimiento, en las alegaciones y observaciones presentadas a la propuesta de modificación del PDR, en la que se tiene previsto incorporar los fondos de transición y los fondos del Instrumento de Recuperación de la Unión Europea (IRUE).
La organización agraria ha criticado que la mayor parte de las líneas incluidas en la modificación del PDR que recibirán un elevado importe de los fondos de recuperación y de transición son medidas no productivas y, por lo tanto, no afecten a agricultores ni ganaderos.
Por eso, ASAJA CLM ha subrayado la importancia para el medio rural de que se transfieran más fondos a medidas estratégicas como los regadíos, los planes de mejora, las zonas con limitaciones naturales, etc. Igualmente, ha señalado los jóvenes como pilar fundamental para la reactivación de la agricultura y la ganadería en las zonas rurales.
RECUPERACIÓN DEL POTENCIAL DEL OLIVAR E INFORME DE EJECUCIÓN 2020 DEL PDR
En cuanto a la orden que prepara la Consejería de Agricultura para la recuperación del potencial del olivar afectado por el temporal Filomena, ASAJA CLM ha valorado su puesta en marcha, pero ha señalado que el presupuesto asignado es insuficiente para hacer frente a las pérdidas reales.
Así lo ha valorado la organización agraria después de estudiar la 9ª modificación del PDR en la que se enmarca esta nueva medida.
En este sentido, ASAJA CLM ha pedido que no se excluya a ningún olivarero afectado, se priorice a los agricultores profesionales y se atiendan todas las demandas, de manera que se pueda recuperar el olivar dañado que asciende a unas 72.000 hectáreas en la región.
Por otro lado, ASAJA CLM ha analizado también el Informe de Ejecución 2020 del PDR y ha criticado que, aunque se aprecia una mejor optimización de los fondos, la gestión se puede mejorar para que las ayudas europeas lleguen de una manera más rápida y eficaz a los agricultores y ganaderos.
En esta línea, la organización agraria ha pedido que se abonen los pagos pendientes de convocatorias con retrasos de hasta 3 y 4 años, tales como las ayudas a inversiones en transformación, comercialización o desarrollo de productos agrícolas y al fomento de la calidad agroalimentaria (Focal) o las de creación de empresas agrarias para jóvenes e inversiones en explotaciones agrícolas y ganaderas.
Es inaudito que se pregonen tanto las ayudas que hay para el sector y la necesidad de que se incorporen jóvenes al sector agrario para rejuvenecer las explotaciones y modernizarlas, y después los que toman la decisión, sufren un verdadero calvario para acceder a ellas. Solicitudes de modernización, realizadas en la última convocatoria de 2018 en Castilla La Mancha, aún no se han resuelto después de 3 años, y todavía se está por sus gestores dándose «vueltas» a que si la renta agraria del agricultor es la que ha presentado y declara en Hacienda en Estimación Directa con todos sus justificantes acreditados de acuerdo con las normas tributarias y de la Seguridad Social, y por tanto aceptados por la Administración Tributaria como reflejo de la situación y capacidad económica del titular de la explotación, o bien debe ser la «renta virtual» que no es la que consta en la Administración tributaria, y que aplican indistintamente a todos, estén es estimación directa -y por tanto con todos sus ingresos y gastos acreditados- o en estimación objetiva de módulos -que no hace falta acreditarlos en ese nivel de detalle- y que es la que consideran estos gestores como cierta, y obtenidas tras un proceloso cálculo desarrollado por una Aplicación que contiene unos baremos no adaptados a la realidad actual con unos datos absolutamente desfasados e irreales. Da igual que el joven haga una inversión de sustitución de energía fósil por renovable y que coadyuva al cambio climático,participe en programas de I+D con Centros de Investigación Agraria de evaluación del efecto sumidero de su explotación evaluando el CO2 que secuestra, o haga un manejo sostenible del cultivo, o bien digitalice la gestión para hacerla más eficiente. Al final, ese detalle de la «renta» con lo que cumpliría ese requisito exigible en las ayudas, que realmente declara ante la Administración Tributaria y que para todos los españoles rige como expresión de su capacidad económica, y así viene recogido en las leyes constitucionales y tributarias vigentes, si no coincide con la «renta virtual teórica» que se supone debería tener y que estos gestores obtienen de esa Aplicación de Gestión de las Ayudas de Instalación de Jóvenes Agricultores y de Modernización de las Explotaciones en Castilla La Mancha, predomina esta última y aunque todo ello haya sido alegado por el joven agricultor en los distintos trámites que se le han realizado y finalmente aceptados, con los retrasos en la tramitación que esto conlleva, las urgencias de «unos» no son las de los «otros» y nunca mejor dicho el expediente «duerme el sueño de los justos» e inversiones que crean riqueza y empleo están paradas. No es por tanto de extrañar que en el Informe publicado en Febrero de 2021 por el Ministerio de Agricultura se diga que respecto a nuestra Comunidad de Castilla La Mancha sólo se había ejecutado algo más del 50% del gasto previsto en el PDR-CLM 2014-2020, también en su descargo hay que decir que era parecida a la media nacional. En el sector agrario hay un problema de gobernanza administrativa clarísimo y es curioso que a que sus responsables ni a los Sindicatos que se arrogan la representación del sector, no se les haya ocurrido hacerles una encuesta a los jóvenes que se instalan o bien solicitan ayudas, preguntándoles sobre todas estas cuestiones: calidad de la información recibida, agilidad de la tramitación, grado de satisfacción entre administración gestora y solicitantes, facilidad de acceso a la Administración telemática para solucionar dudas, calidad y grado de asesoramiento recibido así como grado de satisfacción, opinión sobre si sus problemas están bien trasladados a la Administración por las Organizaciones a las que pertenecen y que les representan, grado de asociacionismo a Sindicatos o Cooperativas, grado de satisfacción y razones, facilidades que han tenido para su instalación, opinión sobre su acceso a la financiación y grado de facilidad, etc., etc. De esto nada de nada. Cuando se habla de los jóvenes agricultores, en general, el desconocimiento real de su situación es enorme, y cuando se emiten opiniones son frases hechas y vacias de conocimiento de la realidad.
Por otra parte, es un consuelo que los dirigentes de ASAJA despierten del letargo, y se enteren de que tienen afiliados como el caso que nos ocupa que deberían defender mejor ante la Administración, ya que se supone que tienen unos Servicios Técnicos que les transmiten los problemas que encuentran estos jóvenes que se están incorporando y a los que por otra parte se les «obliga o recomienda» desde la Administración a realizar toda su tramitación telemática por este cauce, sea ASAJA u otras entidades. Hay que pisar todos los dias el suelo y no solo cuando tocan «a rebato» las campanas de la Iglesia que es cuando sacamos el listado de asuntos pendientes. Finalmente sería interesante saber el porcentaje de jóvenes agricultores que hay en los órganos directivos de los Sindicatos y Cooperativas, ya que así tendríamos también una radiografia de la situación del rejuvenecimiento agrario no solo en las explotaciones sino en todos los ámbitos de representación del sector, porque la percepción que se tiene, por lo que aparece en los medios, es que también hay mucho por corregir en este campo.