El consejo regulador de la Denominación Origen Cava ha aprobado limitar temporalmente y, por segundo año consecutivo, la producción para reequilibrar el mercado y corregir la situación de excedencia del sector causada por la covid-19 y por el sobrante de hectáreas de plantación.
En un comunicado, la entidad informa de que, en la próxima vendimia, se ha autorizado cosechar 11.000 kilos de uva por hectárea en todo el ámbito de la región del cava, cifra que supone 1.000 kilos más que en la campaña del año pasado, donde también se decidió limitar la producción. Posteriormente, el Gobierno autorizó reducir rendimiento por hectárea en el cava para la vendimia de 2020 en un 17% con el objetivo de restringir la producción y evitar así que haya grandes excedentes y bajen los precios en un contexto marcado por la pandemia.
La decisión se ha adoptado por mayoría de los 12 vocales que integran el pleno del consejo regulador, cuyo presidente, Javier Pagés, considera que «aún no se dan los requisitos coyunturales necesarios para restituir los 12.000 kilos por hectárea».
Por ello, ha hecho un llamamiento a todos los agentes del sector para conseguir «autorregular el mercado» con el fin de poner las bases para la recuperación de los precios que se pagan por las uvas.
Pagés considera que hay que pagar unos precios «dignos por la producción» para asegurar la sostenibilidad del sector y que toda la cadena de valor de la Denominación de Origen y los poderes públicos deben actuar «con responsabilidad para garantizar un crecimiento ordenado y sostenible».
Cava es la DO española que más exporta, ya que más de un 70 % de sus ventas son internacionales, reúne más de 38.000 hectáreas de viña y a más de 6.800 viticultores, además sus 370 bodegas asociadas están presentes en más de 100 países.