El sector de la patata murciana se encuentra inmerso en la peor crisis de la última década. Con un tercio de la cosecha regional recogida, los productores se encuentran con un incumplimiento generalizado de los contratos pactados con los compradores, que estaban de media a 0,42 €/kg; lo que les está obligando a entregarla a pérdidas: 0,18 €/kg frente a los 0,22 €/kg de coste de producción, según denuncia la COAG de la región.

El origen de esta crisis de precios, a juicio del sector, se encuentra en la agresiva política comercial de las grandes superficies que, en su afán por obtener el mayor valor en sus operaciones, presionan a los intermediarios, los lavaderos, para adquirir la mercancía al menor precio posible; una maniobra que se traslada, finalmente, hasta el productor que, ante la disyuntiva de aceptar un precio que minimiza las pérdidas o dejar la cosecha en el campo -que sería un quebranto agronómico para el suelo y, económicamente, la imposibilidad de mantener su actividad- se ve obligado a claudicar ante los compradores, teniendo en cuenta el carácter perecedero del producto y la ausencia de alternativas de venta.

EL PRODUCTOR DE LA PATATA MURCIANA NO LOGRA COMPRENDER CÓMO ENTRA SU MISMO PRODUCTO DE PAÍSES EXTRACOMUNITARIOS

El sector agrario español ha de cumplir con unos costes elevados de producción, puesto que está sometido a requisitos legales comunitarios que implican el uso de productos fitosanitarios de alta calidad -en beneficio del medioambiente- que son costosos; «unos costes laborales importantes, a los que han de incorporarse todo tipo de medidas de seguridad e higiene en el trabajo; así como una fiscalidad alta para la actividad. Este marco es aceptado por el productor, pero no logra comprender cómo entra su mismo producto de países extracomunitarios, en este caso la patata, sin incorporar todos estos costes y, por lo tanto, con una ventaja que aprovechan las distribuidoras para presionar a la baja a la producción interna y llevarla, como es el caso, a pérdidas», señala la organización agraria ante la situación de la patata murciana.

COAG va a solicitar al Ministerio de Agricultura que controle la entrada de patata de fuera de la Unión Europea, para evitar esta competencia tan desigual. Esta organización también se va a dirigir a la AICA – Agencia de Información y Control de Alimentos- adscrita al Ministerio de Agricultura y con las competencias asignadas en esta materia, para que analice los incumplimientos en los contratos y contribuya a combatir tanto estas prácticas como el origen de los problemas que las favorecen.

La producción española de patata representa en torno al 4% de la producción comunitaria. Con 5.000 hectáreas dedicadas a este cultivo en la Región de Murcia -concentradas, esencialmente, en Águilas, Campo de Cartagena y Fuente Álamo- la Región es una de las zonas productoras más importantes de Europa tanto por el volumen de producción, como por tratarse de una variedad temprana de alta calidad. Murcia junto con la provincia de Sevilla son las dos zonas europeas más importantes en patata temprana de calidad.

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