El auge de las energías renovables ha despertado recelos entre los agricultores y ganaderos de algunas zonas de España, que ven peligrar el uso de las tierras que necesitan para producir alimentos ante el avance de grandes parques eólicos o proyectos de placas solares.
Las organizaciones agrarias están recibiendo quejas de productores que ven comprometido su acceso a los terrenos que arriendan porque sus propietarios prefieren cedérselos a empresas del sector de las renovables.
«No somos quiénes para decirle a un propietario lo que tiene que hacer con su explotación”, declara a Efeagro el presidente de ASAJA, Pedro Barato, quien defiende que en los arrendamientos de terrenos públicos de la España rural «prevalezcan las actividades agrícolas o ganaderas», puesto que dan empleo y deben preservarse.
En cualquier caso, sería preferible que las instalaciones de renovables ocupasen áreas donde la rentabilidad agraria sea menor, plantea Barato, a favor también de que los productores se valgan de esas tecnologías para consumo propio.
Su organización en Ávila se opone, por ejemplo, a un proyecto de huerto solar «poco transparente» de cientos de hectáreas que ahora se utilizan como pastos para ganadería, en un terreno comunal rico en recursos naturales y que atrae al turismo.
HUERTOS SOLARES CUESTIONADOS
En la comarca de El Bierzo (León), la polémica también está servida por el auge de las energías renovables a raíz de un proyecto de parque eólico de 110 megavatios (MW) de potencia, previsto «en su mayoría» en terreno de uso agrícola, vitivinícola, lo que tendría un «impacto negativo» para esas producciones, según el concejal de Medio Ambiente del ayuntamiento de Cacabelos, Ángel García.
Casi cuarenta bodegas se han unido para plantear alegaciones contra la instalación, por querer en su opiniónn «expropiar el patrimonio natural más que dejar riqueza».
Fuentes de Endesa -empresa que promueve cuatro parques eólicos en esa comarca, con una inversión de 382 millones de euros- señalan que ya se han realizado los estudios ambientales y arqueológicos, y aseguran que la construcción generará 500 puestos de trabajo durante 18 meses y otros 18 empleos fijos entre los residentes de la zona para su mantenimiento, entre otros beneficios.
«Los propietarios de los terrenos, además de percibir un alquiler, podrán mantener los usos ganaderos y otros compatibles con la actividad eólica, así como otros usos tradicionales de la zona, como la recolección de la castaña», sostienen.
En las últimas semanas se han sucedido otras protestas, como en La Rioja, o las de los vecinos de Baza y Caniles (Granada), donde se pretende construir una gran planta fotovoltaica con 250 MW de potencia, en 700 hectáreas.
La alcaldesa de Caniles, María Pila Vázquez, deja claro que están a favor de las renovables, pero no de «megaproyectos» que «ocupan terreno fértil» para la agricultura, por lo que el consistorio ha presentado alegaciones para frenar el reconocimiento de interés público de la obra, con el fin de parar la expropiación de los terrenos y «defender los intereses» de sus propietarios.
MIEDO A LA DESPOBLACIÓN
Miguel Padilla, miembro de la Comisión Ejecutiva de la organización COAG, rechaza los grandes proyectos promovidos por fondos de inversión extranjeros que ocupan tierras de regadío, «pudiendo hacerlo en zonas de secano donde la fertilidad no es la misma».
Padilla considera que esas inversiones generan muy poca mano de obra a largo plazo y dificultan la capacidad que puedan tener las cooperativas pequeñas para verter a la red el exceso de electricidad producido por sus sistemas de autoconsumo.
En Guadalajara, la técnica de UPA María José Ramiro detalla que en zonas colindantes con la Comunidad de Madrid empresas intermediarias están acaparando terrenos para su inversión en energía fotovoltaica y muchos agricultores les han trasladado el «acoso tremendo» que sufren, aunque no lo hacen públicamente por miedo a represalias.
«La renta de un agricultor es muy inferior a la que pueden ofrecer las empresas captadoras en fotovoltaica. Nos parece estupendo que un agricultor con tierras propias las arriende por treinta años para hacer mejor negocio. El problema lo tienen los que labran las tierras arrendadas a otros propietarios y se quedan sin trabajo”, apunta Ramiro.
Ante el riesgo de despoblamiento, UPA reclama que se regule el porcentaje de superficie que se puede dedicar a las distintas actividades en el entorno rural y haya sitio para todos los usos, ya sea agricultura, generación de energía o turismo.
Por parte de la Asociación de Empresas de Energía Renovables en España (APPA), su director gerente, José María González Moya, argumenta ante este auge de las energías renovables que «todo promotor o empresa de renovables está obligado a pasar un trámite ambiental en el que se evalúan aspectos como la compatibilidad del uso del suelo, los impactos positivos o negativos de la instalación, y las medidas correctoras».
Señala que muchas instalaciones se han puesto en marcha en terrenos agrícolas que estaban «ociosos» y que, a diferencia de las grandes centrales de generación, el aprovechamiento del sol y el viento tiene impactos «muy locales» que se pueden distribuir, al igual que su riqueza asociada.
«Cualquier actividad industrial o económica genera impactos. Pedimos que sean las administraciones las que velen por la compatibilidad en relación con los usos del suelo», reclama.
El plan nacional de energía y clima movilizará 230.000 millones de euros en diez años en España; además, el Gobierno pretende destinar un 40 % de los 140.000 millones de los fondos europeos de recuperación a la transición ecológica, incluyendo proyectos de renovables en el ámbito rural.
(Texto: Belén Delgado y Juan Javier Ríos /Efeagro)
A parte del impacto ambiental k resulta pornográfico, esta el peligro k conlleva ser dependientes de terceros países en sectores estratégicos como la energía y la alimentación (somos dependientes en los dos). También corremos el peligro de las nucleares a pesar d cerrar ñas 4 que tenemos en España k producen más luz que toda españa cubierta d molinillos y placas, pork en el sur de francia hay 60 centrales nucleares.
Como se dice por ahí arriba el i+d+i hará k estas energías de hoy keden obsoletas antes k termine el contrato de arrendamiento, dejando para el propietario el problema de desmantelamiento, ya k las empresas k exploten las renovables serán extinguidas. Todo esto sin contar k se llegue a conseguir la fusión fría, k tira al traste todas estas nuevas energías improductivas e insostenibles, además de impactantes ambientalmente.
Muchos son los inconvenientes k traen estas nuevas «soluciones» a un desajuste económico k sufre la agricultura por culpa de los politicos y funcionarios.
Dentro de 20 años saldrá otra tecnología mucho más eficiente, que ocupe menos espacio, y el paisaje volverá.
La tierra es lo único que pertenece.
Ojalá no te equivoques!!!
Me parece muy interesante este artículo, a la vez que muy preocupante.
Soy un agricultor de la provincia de Granada, que durante tres generaciones hemos estado cultivando una finca arrendada.
De la noche a la mañana y sin previo aviso el propietario firmó. Un contrato con una empresa solar sin respetar incluso el contrato verbal de décadas que venía teniendo con mi familia.
Cómo nuestro caso hay muchos en la zona y en toda España.
Mi reflexión es la siguiente:
Alguien se ha parado a pensar que va a ser de esas familias agriculto as de una cierta edad con cargas familiares si se quedan sin sus tierras para poder seguir subsistiendo?.
El artículo anterior habla de algo que ya he leído en otros artículos parecidos, y es legislar para que un porcentaje de cada finca sea dedicada a placas solares y el resto siga cultivandose.
Creo que la mayoría estamos a favor de las energias renovables pero no de esta forma tan brutal y sin control.
Por último me gustaría introducir otra reflexión a las personas que les encanta viajar y disfrutar de paisajes rurales bellos e idílicos.
Recordar por un momento ese lugar que tenéis guardado en vuestra retina que os cautivo por su belleza paisajista, volveriais a ir o lo recomendaríais a un amigo si ahora lo que quedara de ese paisaje solo fuera un inmenso mar de espejos de cientos de hectáreas?.
Cuando la construcción de dichos parques se termine en esas localidades, todos los expertos hablan de que sólo un pequeño número de trabajadores estarán en el mantenimiento de dichas plantas, puestos generalmente de profesionales cualificados que en la mayoría de los casos no serán del pueblo.
?Esto es crear riqueza en dicha zona para el futuro.?.
Todos aquellos que hemos viajado y nos gusta los productos sanos, buenos y ecológicos hemos encontrado ganaderos y agricultores que los producían y los elaboraban de forma tradicional en dichas fincas, como quesos, corderos, huevos, hortalizas, etc.Si a ese agricultor le quitan ahora esas tierras que tenía arrendadas donde vamos a encontrar y comprar esos productos ecológicos y riquísimos que ha muchos nos encanta degustar en nuestra mesa?.
No es un problema local y esporádico, por lo que estoy leyendo últimamente es algo a nivel nacional, por ello mando este mensaje para que si alguien lo puede hacer llegar a quien de verdad puede tomar cartas en el asunto lo haga, antes de que sea demasiado tarde, y se pongan reglas y remedios a este atropeyo sin control del mundo rural.
De no ser así me temo que dentro de un tiempo nos lamentaremos de no haber hecho nada al respecto y solo podremos entonces lamernos nuestras heridas y llorar por no haber actuado a tiempo. Un saludo.
O no llegamos o nos pasamos 5 pueblos. Las placas solares donde la agricultura no sea muy productiva, donde no afee el horizonte, en tejados en las ciudades. Por favor, pensemos con esa masa gris que dicen tenemos entre oreja y oreja!