La cadena de supermercados Lidl ha alcanzado un acuerdo con representantes del sector del olivar tradicional para pagar en origen un precio mínimo de 2,60 euros por kilo, a cambio de comercializar su aceite tanto en España como en el resto de mercados donde está presente.
El proyecto, presentado este lunes, cuenta con la participación de la aceitera Migasa -que produce la marca blanca de Lidl- y de la organización agraria UPA, y pretende garantizar a este tipo de agricultores que obtendrán un precio superior a sus costes de producción, más elevados que los que presentan explotaciones intensivas y súper intensivas.
De hecho, el precio ha sido planteado tras analizar los informes de mercado elaborados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, según han informado sus impulsores.
El propio ministro del ramo, Luis Planas, ha calificado durante su intervención en el acto de «excelente» la iniciativa, tras considerarla un «ejemplo» a seguir para valorizar el aceite de oliva español.
«La creación de valor tiene que beneficiar al consumidor pero también al productor, a la industria y al distribuidor. El equilibrio de esa cadena es una de las preocupaciones de este Gobierno», ha resaltado Planas.
El nuevo aceite virgen extra procedente de olivar tradicional que lanza al mercado Lidl estará embotellado en botella de cristal, en línea con las «recomendaciones» del Ministerio para potenciar este formato -por encima de la botella de plástico, sobre todo- en las categorías de mayor calidad, según ha destacado también el ministro.
El director general de Lidl España, Claus Grande, ha enmarcado el proyecto dentro del «compromiso» de la compañía por apoyar la Marca España y se ha congratulado por garantizar «una retribución justa para el agricultor con un precio mínimo», ya que de esta manera también se contribuye «al desarrollo de las zonas rurales».
El responsable de Compras de la cadena de origen alemán, Miguel Paradela, ha subrayado por su parte el carácter pionero de este acuerdo con los olivareros en el sector de la distribución y ha animado al resto de cadenas a seguir sus pasos para implementar las «mejores prácticas».
UN PROYECTO “A LARGO PLAZO”, QUE BUSCA “DOTAR A LOS OLIVAREROS DE LA ESTABILIDAD QUE LLEVAN DEMASIADO TIEMPO CARECIENDO”
De acuerdo con sus datos, en los últimos años Lidl ha vendido más de 80 millones de litros de aceite de oliva de origen español, tanto en su red de tiendas en España -donde supera los 600 establecimientos- como en otros países donde opera.
«Estamos ayudando a empresas pequeñas a dar un salto internacional», ha recalcado Paradela, quien ha recordado que la empresa tiene como meta ser líder en materia de sostenibilidad, lo que hace referencia igualmente a su relación con los proveedores.
El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, ha revelado que el acuerdo llevaba meses fraguándose entre las diferentes partes, además de recordar que hay cerca de 250.000 familias que dependen del olivar tradicional en España.
Además, ha explicado que en este sistema de producción es difícil competir en costes, porque los cultivos suelen encontrarse en zonas y terrenos irregulares, en pendiente, difíciles de mecanizar.
El responsable de Olivar de UPA y secretario general de UPA Jaén, Cristóbal Cano, ha explicado que este es un proyecto “a largo plazo”, que busca “dotar a los olivareros de la estabilidad que llevan demasiado tiempo careciendo” al garantizar un precio mínimo. Lejos de ser una promoción puntual o una campaña de imagen, esta iniciativa pretender sentar las bases de unas nuevas relaciones entre la producción y la industria, “basadas en el respeto y el equilibrio”.
El 70 % de la superficie destinada a olivar en el país -unos dos millones de hectáreas- corresponde a este modelo, y se concentra sobre todo en zonas rurales de Andalucía (70 %), Castilla-La Mancha (12 %) y Extremadura (10 %).
«El consumidor es nuestro principal aliado, tiene que conocer el olivar tradicional y darle una oportunidad, ya que además de su calidad ofrece prosperidad para miles de familias del campo», ha insistido Ramos, quien ha subrayado que la alianza presentada hoy no es «un acuerdo de promoción para dos o tres meses», sino un compromiso «a futuro» que sirve para establecer un precio «suelo».