Además, Fernando Burgaz ha explicado que, con carácter general, existen dos tipos de fechas en las etiquetas: aquellas que tienen establecida una fecha de caducidad para productos que, transcurrido un tiempo, su consumo podría resultar perjudicial para la salud. Y las fechas de consumo preferente para los productos ya elaborados o transformados, que pone libremente el productor, y que indica la fecha en que el producto puede perder alguna de sus cualidades organolépticas, pero que es apto para el consumo.
En cualquier caso, el director general ha aconsejado que las compras de productos alimentarios se ajusten a las necesidades de cada momento, para evitar que se acumulen alimentos que no van a ser consumidos.