El sector apícola de COAG ha mostrado su apoyo a las legítimas reivindicaciones de los apicultores de la Comunidad Valenciana ante la propuesta de modificación de la Ley de Ganadería, por la que la consellería de Agricultura pretende multarles con hasta 60.000 euros por el desarrollo de su actividad en las explotaciones citrícolas, lo que en su opinión representa que la Comunidad Valenciana se convierte por decreto en territorio hostil para las abejas y los apicultores.
Con el endurecimiento de la normativa, derivada del “Acuerdo de la Pinyolá”, la Generalitat Valenciana pondría en riesgo la producción de miel de azahar de media España al tipificar como “infracción grave” la actividad apícola durante la primavera en los campos de mandarinas. La famosa “pinyolà” es la única normativa a nivel autonómico que persigue a los apicultores que se dedican a la producción de miel de azahar, la flor citrícola.
Estas restricciones también tendrían consecuencias para la apicultura trashumante que vería limitada su actividad polinizadora en asentamientos de la Comunitat con la consiguiente pérdida de cosecha de una de las variedades de miel más apreciadas y con mayor demanda. “Hablamos de una miel monofloral, la de azahar, que el año pasado tuvo un precio medio de 3’46 euros/kg, mientras que la milflores se situó de media en 2’75 euros/kg “, ha señalado Pedro Loscertales, responsable del sector apícola de COAG.
El sector apícola de COAG reclama a la consellería de Agricultura de la Comunidad Valenciana que no criminalice a los apicultores y ponga sobre la mesa soluciones equilibradas para salvaguardar la histórica convivencia con los productores de cítricos. Por ello, se pide la retirada del artículo 150.31 del “Anteproyecto de Ley de medidas fiscales, de gestión administrativa y financiera, y de organización de la Generalitat para el ejercicio 2021”, por el que se modifica la Ley de Ganadería y se pretende catalogar como infracción grave el incumplimiento del acuerdo para limitar la polinización cruzada entre plantaciones de cítricos (Pinyolá).
“Esperamos que la Generalitat recapacite y de marcha atrás a su iniciativa. Sería lamentable que, a diferencia del resto del país, la Comunidad Valenciana se convirtiera de un plumazo en un territorio hostil para las abejas”, ha subrayado Loscertales.