EFE.- Varias "líneas rojas" separan a sector oleícola y gran distribución comercial en la mesa de negociación auspiciada por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, en la que debaten cómo evitar ventas de aceite en el lineal a bajo coste o "a pérdidas", y con escaso valor para los operadores.
El Ministerio ha enviado hace algunas semanas, después de varias reuniones de trabajo, un documento de trabajo a todos los representantes de la cadena para buscar el consenso, según han asegurado a Efeagro fuentes del sector oleícola, una especie de "declaración de intenciones" similar a un código de buenas prácticas.
A pesar de que las organizaciones consultadas discrepan sobre el alcance real de este documento, el Gobierno ha logrado al menos sentar en una misma mesa a productores (Asaja, COAG y UPA), Cooperativas Agro-alimentarias, envasadores (Anierac), almazaras industriales (Infaoliva) y patronales de distribución -ACES, Asedas y Anged- para buscar mejoras en la cadena de valor del producto.
Algunas fuentes insisten en que las patronales que representan a los principales hipermercados, que concentran la mayor parte de las ventas de aceite de oliva en España, "están dispuestas" a modificar sus pautas de actuación y diferenciar al menos las distintas categorías del producto en el lineal, como los refinados de los vírgenes extra, para evitar su "banalización".
Y no sólo ven factible lograr un acuerdo, sino que apuntan que su culminación llegará muy pronto.
Sin embargo, otras fuentes consultadas explican que "no han dado ninguna importancia" a ese documento para el que no prevén una rúbrica de forma inmediata por parte de los agentes de la cadena.
Mientras tanto, las organizaciones agrarias intentan consensuar unas "líneas rojas" que consideran irrenunciables en la negociación con la gran distribución, a la que culpan de la situación de bajos precios y falta de rentabilidad para los olivareros.
Pero la gran distribución también tiene sus propias exigencias en la mesa negociadora, más aún cuando estas empresas no son ajenas a la fuerte crisis económica que está imponiendo cambio de hábitos en el consumidor que reclama precios más baratos para los alimentos.
Entre sus "líneas rojas", los centros de distribución no quieren hablar de nada parecido a una posible fijación de precios que pueda llevar a incompatibilidades con las normas de Competencia, según han apuntado fuentes de este sector.
Las organizaciones agrarias y de cooperativas han denunciado insistentemente que la fuerte presión ejercida por los centros comerciales a los industriales y éstos a su vez sobre los agricultores, amenaza la viabilidad de buena parte del olivar aparte de dañar la imagen de un producto de alta calidad como el aceite.
El sector productor también ha interpuesto en el pasado varias denuncias ante distintos organismos por supuesta venta a pérdidas por parte de grandes cadenas de distribución, que aún no se han resuelto.
Por su parte, Administración y sector oleícola han debatido hasta ahora posibles medidas para sacar de la crisis de rentabilidad al olivar, como la implantación de contratos homologados, una figura que también está prevista para el sector lácteo para regir las operaciones de compraventa entre productores e industriales y, de estos últimos, con la distribución comercial, según algunas fuentes.
El sector productor, en pleno proceso de movilizaciones en el olivar para exigir que la Unión Europea active el almacenamiento privado, se reunirá de nuevo el 20 de mayo con el Gobierno para analizar posibles salidas "nacionales" a la crisis de rentabilidad del sector, un encuentro a sólo dos días del proceso electoral locales y autonómico del 22 de mayo.
Los productores están dispuestos a escuchar propuestas del Gobierno como ayudas nacionales para cooperativas para que no se vean obligadas a vender aceite "low cost" por falta de liquidez, mejoras de financiación y acceso al crédito o fiscales, como la reducción de módulos del IRPF, o algún nuevo mecanismo "estatal" similar al almacenamiento de la UE si éste no llega finalmente.